El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha efectuado unas declaraciones contundentes que han encendido las alarmas en la región. Este 21 de marzo de 2025, Katz ordenó al Ejército israelí la ocupación de más territorios en Gaza, advirtiendo que cualquier resistencia por parte de Hamás podría resultar en la anexión de estas áreas a Israel. Esta declaración llega tan solo tres días después de que Israel reanudara sus bombardeos masivos, rompiendo la frágil calma que había imperado tras la tregua acordada el 19 de enero.

Katz afirmó: "Cuanto más se oponga Hamás, más territorio perderá, y este será anexado a Israel". Además, ordenó la ocupación de zonas adicionales en Gaza mientras se evacúa a la población civil, al mismo tiempo que se expanden las áreas de seguridad alrededor de Gaza para proteger a las comunidades israelíes y a los soldados. En esta ofensiva, se han ordenado evacuaciones en los barrios orientales de Jan Yunis, así como en las localidades de Beni Suheila y Beit Lahia.

Las fuerzas israelíes han comenzado a tomar control del corredor de Netzarim, el cual separa el norte del sur de Gaza, instando a los residentes del norte a desplazarse hacia el sur por la carretera de Rashid, que corre paralela a la costa.

La situación es crítica con la pérdida de más de 500 vidas, según cifras de la agencia de Defensa Civil de Gaza, la cual es administrada por Hamás. Esta escalofriante cantidad incluye a 190 niños que han muerto desde que Israel reanudó sus ataques. La reactivación de la ofensiva militar ha sido justificada por el estancamiento de las negociaciones sobre las condiciones de un alto el fuego.

Las operaciones a gran escala, que cuentan con la coordinación del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, han suscitado una ola de condenas en la comunidad internacional. Incluso el presidente israelí, Isaac Herzog, ha manifestado su preocupación y lamentado que se reanuden las hostilidades cuando existen intentos de traer de regreso a los rehenes.

La incertidumbre sobre el futuro de Gaza sigue en aumento, y los temores de una escalada aún mayor son palpables. La comunidad internacional observa con atención los siguientes movimientos de Israel y Hamás, mientras ambos lados parecen firmemente atrapados en un ciclo de violencia y represalias. ¿Hasta dónde llegará esta tensión y cuáles serán sus consecuencias para la región?