El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su profunda preocupación este lunes por el alarmante aumento de la violencia en las regiones costeras de Siria. Este conflicto ha llevado a lo que él describe como "ejecuciones sumarias generalizadas" de "familias enteras", instando a que se detenga inmediatamente esta masacre que ya ha cobrado más de mil vidas en solo unos días.

Guterres ha enfatizado que el contexto es extremadamente grave, ya que se han reportado ejecuciones motivadas por la secta, perpetradas por individuos vinculados al antiguo Gobierno, así como por miembros de las fuerzas de seguridad del actual Gobierno interino y actores no identificados. "La situación es inaceptable y requiere acción inmediata", declaró su portavoz, Stéphane Dujarric.

Volker Türk, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, corroboró los informes, subrayando que han recibido datos preocupantes sobre estos crímenes. En este contexto de creciente tensión y desinformación, Guterres hizo un llamado urgente a las partes beligerantes para que prioricen la protección de los civiles. "Es imperativo detener la retórica incendiaria, especialmente en un país que lidia con el legado de 14 años de conflicto y medio siglo de autoritarismo", afirmó.

Pero eso no es todo: el Secretario General resaltó que "los perpetradores de estas atrocidades deben ser llevados ante la justicia" y que se deben atender de manera significativa las preocupaciones de las comunidades sirias. Para hacer frente a esta crisis humanitaria sin precedentes, las autoridades interinas han instituido un comité de investigación y otro para promover la paz civil.

Además, Guterres destacó la necesidad de garantizar un espacio seguro para los medios independientes y las organizaciones de derechos humanos, con el fin de facilitar su labor de monitoreo y verificación. En una reunión cerrada con el Consejo de Seguridad, Guterres y su enviado especial para Siria, Geir Pedersen, expresaron su disposición a respaldar un proceso de transición política que sea conducido por los propios sirios y que se base en un consenso internacional.

Lasokasins, una coalición de organizaciones humanitarias, ha solicitado a la comunidad internacional que tome medidas enérgicas frente a esta situación y que brinden apoyo inmediato a los afectados. La comunidad mundial no puede quedarse de brazos cruzados ante este derramamiento de sangre. ¡Es hora de que se tomen cartas en el asunto!