Ciencia

Escándalo de abuso en los Institutos Max Planck de Alemania: ¡Un llamado a la acción!

2025-03-13

Autor: Joaquín

Las revelaciones sobre el abuso de poder en los Institutos Max Planck han sacudido a la comunidad científica en Alemania. Gabriel Lando, un físico brasileño que trabajó en el Instituto Max Planck de Física de Sistemas Complejos en Dresde, compartió su impactante experiencia: "Las reuniones con el director eran desestabilizadoras. Me gritaba hasta escupir de rabia", recuerda.

Lando, que llegó al instituto en 2020, relató cómo Jan-Michael Rost, un alto directivo, lo maltrató, insultándolo y descalificándolo severamente. "Fueron los peores momentos de mi vida", confiesa. Tras esta experiencia traumática, decidió dejar Alemania en 2021 y ahora investiga sobre el caos cuántico en Corea del Sur, sorprendiendo a la comunidad al hablar de un ambiente tan tóxico.

Este caso no es aislado. La investigación realizada por DW y la revista Der Spiegel ha destapado el oscuro panorama en los Institutos Max Planck, donde más de 30 científicos, en su mayoría provenientes de Asia y América, revelaron haber sido víctimas o testigos de comportamientos abusivos por parte de figuras de alto nivel, lo que ha llevado a un ambiente de trabajo que favorece el acoso, especialmente para mujeres y personas de minorías.

Los informes revelan un fracaso sistémico en la rendición de cuentas, a pesar de que la Sociedad Max Planck creó sus institutos en torno a científicos de renombre, lo que otorgó gran poder y autonomía a sus directores. Sin embargo, esto ha derivado en situaciones donde la supervisión es casi inexistente. Una encuesta de 2019 reveló que cerca del 20% de los encuestados había sufrido acoso, y los empleados no alemanes enfrentaban un riesgo mayor de recibir comentarios sexistas.

La situación es tan alarmante que el ex legislador Thomas Sattelberger ha trabajado para abordar estos temas en el Bundestag. "Los escándalos están comprometiendo el nivel de la ciencia en Alemania", alertó, advirtiendo sobre la fuga de cerebros que podría dañar el futuro del país.

La Sociedad Max Planck ha intentado tomar medidas, incluyendo la implementación de un código de conducta, pero los efectos de estas acciones aún están por verse. Los testimonios de Lando y otros científicos ponen de manifiesto la urgente necesidad de un cambio profundo y real en la cultura organizacional.

El escándalo en los Institutos Max Planck no solo expone los problemas de abuso de poder, sino que también plantea interrogantes sobre cómo se valoran y se protegen a los investigadores en un sistema que debería priorizar la ciencia y el bienestar de sus colaboradores. ¿Podrá la comunidad científica en Alemania restaurar su reputación y convertirse en un ejemplo de ética y respeto? ¡El tiempo lo dirá!