El futuro de la humanidad es un tema que genera debates apasionados y múltiples perspectivas. Algunos lo ven con esperanza, otros con temor. La reconocida socióloga francesa Fabienne Goux-Baudiment ha estudiado estas variaciones durante más de 30 años, ayudando a gobiernos y empresas a navegar por los desafíos del mañana.

Goux-Baudiment ha liderado importantes organizaciones, como la Federación Mundial de Estudios sobre el Futuro, y su trabajo se enfoca en entender las tendencias que definirán nuestro camino, desde el cambio climático hasta la digitalización y la urbanización. En entrevista con medios de comunicación, Goux-Baudiment destacó la importancia de anticiparse a lo que pueda venir, enfatizando que la irrupción de la inteligencia artificial (IA) será un factor clave en el desarrollo de las próximas décadas. Pero, ¿será este un futuro sombrío o uno lleno de posibilidades?

Desde 2014, Fabienne ha sido miembro del Consejo Regional Económico, Social y Medioambiental de Île-de-France, y es una de las numerosas voces que se escucharán en el Congreso Futuro 2025. En este evento, se cuestiona: “¿Qué humanidad queremos ser?”.

La investigadora explica que, si bien nadie puede predecir el futuro con certeza, es vital darle forma a través de una planificación consciente. Esto se vuelve aún más relevante cuando se consideran los diferentes grupos de edad. Por ejemplo, los jóvenes menores de 15 años tienden a vivir el presente, mientras que los de 15 a 40 años muestran más interés en el futuro, aunque con una mezcla de esperanza y preocupación. En contraste, aquellos de 40 a 60 años a menudo evitan pensar en futuros positivos debido a la carga de responsabilidades cotidianas.

Las percepciones del futuro también varían geográficamente. Los países asiáticos tienden a ser optimistas, viendo su desarrollo como un reflejo de su esfuerzo, mientras que en Europa, muchas personas enfrentan miedos relacionados con conflictos y una sensación de declive económico y demográfico. Estados Unidos, por su parte, enfrenta una profunda polarización que genera incertidumbre sobre el futuro.

La investigación de Goux-Baudiment no se centra únicamente en cómo se concibe el futuro, sino en la dinámica de cambio constante de la sociedad. A medida que las identidades se vuelven más fluidas, es crucial observar la evolución social para proyectar posibles escenarios futuros.

Un tema candente hoy es el impacto de la inteligencia artificial. Herramientas como ChatGPT y Dall-E están cambiando la forma en que las personas imaginan el futuro a través de la visualización de escenarios. Goux-Baudiment señala que aunque actualmente este impacto es limitado, su influencia crecerá en los próximos años al facilitar la creación de imágenes que den vida a conceptos abstractos.

Mientras algunos científicos advierten sobre un futuro dominado por máquinas, otros, como el famoso jugador de ajedrez Garry Kasparov, ven la oportunidad de un futuro híbrido, donde humanos y máquinas colaboran. A esta idea se le llama “abrazar al centauro”, sugiriendo que la combinación de capacidades humanas y artificiales puede resultar en un avance sin precedentes.

En resumen, la discusión sobre el futuro de la humanidad es más relevante que nunca. A medida que nos enfrentamos a cambios vertiginosos, entender y anticipar las tendencias se vuelve esencial. ¿Seremos capaces de moldear un futuro que abrace nuestras aspiraciones y valores, o caeremos en las sombras del temor? ¡La respuesta está en nuestras manos!