El fenómeno de El Niño ha ganado una relevancia sin precedentes en los últimos años, reflejando las drásticas alteraciones climáticas que enfrenta nuestro planeta. En 2022, la intensidad de El Niño dejó temperaturas récord de calor a nivel global, y ahora nos encontramos al borde de experimentar La Niña, que promete traer consigo cierta estabilización climática — al menos temporalmente.

Sin embargo, la historia de estos fenómenos meteorológicos es mucho más antigua y compleja. Investigaciones recientes de la Universidad de Bristol y la Universidad China de Geociencias, publicadas en la revista Science, han revelado un hallazgo sorprendente: El Niño podría estar relacionado con la mayor extinción masiva en la historia de la Tierra, un evento que tuvo lugar hace aproximadamente 252 millones de años durante la transición del Pérmico al Triásico.

Los científicos que realizaron el estudio sostienen que el fenómeno de El Niño fue "determinante" en las condiciones climáticas que causaron esta extinción, que eliminó cerca del 90% de las especies marinas y aproximadamente el 70% de la vida terrestre. Durante ese período, las erupciones volcánicas masivas liberaron dióxido de carbono, generando un calentamiento global extremo que, combinado con las fluctuaciones del clima debidas a El Niño, llevó al colapso de ecosistemas enteros.

A pesar de que ahora hay un reconocimiento creciente de los efectos del cambio climático, la severidad de este evento histórico fue insólita. "Nos enfrentamos a un clima que se volvió insoportable para muchas especies; las condiciones se tornaron tan extremas que no podían adaptarse lo suficientemente rápido", explica Alexander Farnsworth, uno de los líderes de la investigación.

Este evento catastrófico provocó un período en el cual los incendios forestales eran moneda corriente y las sequías se intensificaron, volviendo a la Tierra un lugar inhóspito. No había refugio para la vida que una vez florecía. Sin embargo, a pesar de la devastación que el calentamiento extremo provocó, el estudio también destaca que gracias a la resiliencia de ciertos organismos, el planeta pudo eventualmente regenerarse.

El estudio de los dientes fosilizados de los conodontos, organismos que nadaban en los mares de aquel tiempo, ha permitido a los científicos entender mejor las condiciones durante el Pérmico-Triásico. Se observó un colapso notable en los gradientes de temperatura en las latitudes bajas y medias, contribuyendo a una crisis ambiental sin precedentes.

Lo que hoy vemos como El Niño está alcanzando niveles históricos de intensidad debido al calentamiento global acelerado por la actividad humana. En 2023, el planeta registró el año más cálido de la historia, en gran parte debido a la presencia de un fenómeno de El Niño muy fuerte en el océano Pacífico ecuatorial. Países de todo el mundo han experimentado temperaturas inusualmente altas, y los océanos han superado todos los récords anteriores.

Aunque hoy enfrentamos una situación alarmante —con El Niño intensificándose— los científicos advierten que a diferencia de las condiciones del pasado, actualmente estos fenómenos tienen una duración limitada, abarcando solo uno o dos años. Sin embargo, queda la inquietante perspectiva de que, si no se toman medidas significativas contra el cambio climático, la historia podría repetirse, poniendo en peligro la vida en la Tierra una vez más.