Apenas una semana después de su estreno, la nueva adaptación en live-action de Blanca Nieves ha sido objeto de críticas negativas en todo el mundo. El debate en torno a la película, que cuenta con un elenco repleto de estrellas, se ha centrado especialmente en la actuación de la joven Rachel Zegler, de 23 años.

Jonah Platt, hijo de Marc Platt, quien es el productor de la película, ha sido contundente al señalar que Zegler es en gran parte responsable del fracaso del filme. No dudó en calificarla de "narcisista" y expresó su frustración a través de las redes sociales.

Zegler ha estado envuelta en controversias por sus comentarios políticos, que según Platt, han influido negativamente en la percepción del público sobre la película. La actriz ha sido clara en sus posturas, especialmente contra el expresidente Donald Trump, lo que ha suscitado descontento entre los ejecutivos de Disney, quienes temen que su comportamiento aleje a la audiencia.

Los conflictos ya existían antes del estreno, pues Zegler había compartido un mensaje en apoyo a Palestina mientras celebraba el éxito del tráiler de la película, lo que obligó a Disney a incrementar las medidas de seguridad para la actriz Gal Gadot, quien también fue blanco de críticas y amenazas por su apoyo a Israel.

Marc Platt, preocupado por estas controversias, habría aconsejado a Zegler trabajar con un especialista en redes sociales. Aunque la actriz se disculpó, la tensión continuó creciendo, especialmente después de que su padre viajara a Nueva York para confrontarla sobre sus declaraciones.

En defensa de su padre, Jonah Platt comentó que era inaceptable que su padre tuviera que intervenir en la carrera de alguien que debería tener más responsabilidad.

"Esto se llama responsabilidad y rendición de cuentas de los adultos", destacó Platt en su comentario. Agregó que "decenas de miles de personas trabajaron en esa película, y ella ha desviado la conversación hacia sus propios intereses inmaduros, poniendo en riesgo a todos sus colegas y al equipo de producción".

Esta situación no solo revela la presión detrás de cámaras en el mundo del cine, sino que también plantea interrogantes sobre la libertad de expresión en el ámbito laboral, y si los artistas deben moderar sus opiniones en el contexto de proyectos que involucran a tantos otros.

What do you think? ¿Es justo que Zegler reciba críticas severas por sus comentarios personales, o los demás deberían centrarse en su actuación? La controversia sigue desatando debate entre los fans y críticos del cine.