Un impresionante desierto colorido en Nevada ha sido identificado como una de las claves para el futuro sostenible de nuestra civilización. Durante décadas, la humanidad ha buscado una fuente de litio que no dependa de las potencias tradicionales como China o Rusia, y ahora, el desierto de Nevada parece ser la respuesta que llevamos tanto tiempo esperando.

El Gobierno de Estados Unidos ha apostado fuerte por este proyecto al otorgar un préstamo histórico de 2.260 millones de dólares a Nevada Lithium. El objetivo es desarrollar lo que se conoce como el mayor depósito de litio del país, crucial para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos (VE), que están transformando nuestra forma de transportarnos.

La empresa Lithium Nevada, una filial de Lithium Americas, está planeando establecer una moderna planta de procesamiento de carbonato de litio junto a la mina Thacker Pass, la cual alberga significativas reservas probadas de este mineral, posicionando a Nevada como uno de los principales productores a nivel mundial.

En enero de 2023, General Motors (GM) también se sumó a esta revolución verde con una inversión de 650 millones de dólares, lo que representa hasta ahora el mayor desembolso por parte de un fabricante de automóviles para asegurar el suministro de litio. La planta de Thacker Pass se proyecta que generará unas 40.000 toneladas de carbonato de litio al año, adaptación crucial para la fabricación de baterías de litio-ion, que son las más utilizadas en el sector automotriz actual.

La búsqueda por un proveedor de litio que sea fiable y accesible ha llevado a Estados Unidos a hacer historia; el desierto de Nevada se está consolidando como un pilar fundamental en esta misión. Esto no solo fortaleció las cadenas de suministro nacionales, sino que también disminuirá la dependencia de orígenes extranjeros poco confiables.

El clima árido y las condiciones geológicas únicas de este desierto lo han convertido en un lugar primordial para la extracción de litio. En Clayton Valley, las cuencas se llenan de pozas de aguamarina enriquecidas con este mineral, mientras que la mayoría de sus arroyos y montañas permanecen secos, facilitando la extracción de litio.

Desde 1966, cuando Silver Peak se convirtió en la primera planta de producción de litio del estado, el interés en este recurso ha crecido exponencialmente. Hoy, aunque Silver Peak es actualmente la única planta en Nevada, los expertos creen que podemos esperar más desarrollos en la extracción de litio, especialmente dado el creciente interés en los depósitos volcano-sedimentarios que podrían maximizar la producción.

Por lo tanto, el desierto de Nevada no solo representa un recurso natural invaluable, sino también una oportunidad significativa en la lucha contra el cambio climático y la transición hacia energías más limpias. A medida que las industrias automotriz y tecnológica evolucionan hacia un futuro eléctrico, el litio del desierto de Nevada podría ser el salvavidas que estamos buscando. Se espera que la producción comience alrededor de 2028, y si todo va según lo planeado, Nevada podría estar al frente de la revolución energética mundial.