El Chevrolet Groove, un SUV que ha dominado las ventas en Chile, se ha visto envuelto en la controversia tras recibir un alarmante puntaje de cero estrellas en las pruebas de seguridad realizadas por Latin NCAP, la entidad encargada de evaluar la seguridad de los automóviles en América Latina. Este resultado ha encendido las alarmas entre los consumidores, especialmente considerando que el modelo, fabricado en China, obtuvo solo un 39,42% en la evaluación de seguridad para ocupantes adultos y un 68,57% para niños.

Ante esta situación, el Ministro de Transporte, Juan Carlos Muñoz, fue consultado sobre cómo se permite la venta de vehículos con tales índices de seguridad en el país. A pesar de la preocupación, Muñoz explicó que "en Chile, todos los vehículos que se venden son revisados por nuestro Centro de Control y Certificación Vehicular (3CV)", una entidad de prestigio internacional que asegura que los automóviles cumplen con los estándares de seguridad establecidos.

El ministro argumentó que, año tras año, se incorporan nuevos elementos que elevan las exigencias en la industria automotriz, garantizando que “los vehículos son progresivamente cada vez más seguros”. Muñoz enfatizó que los vehículos actuales son considerablemente más seguros que aquellos de hace cinco o diez años, y reafirmó que la 3CV es completamente independiente de las marcas automotrices.

Además, el ministro aclaró que no se puede comparar el sistema chileno con los estándares de otros organismos internacionales que podrían tener requisitos más estrictos. "Si hay estándares que revisar, lo haremos, pero es imprescindible que los consumidores estén tranquilos, ya que todos los vehículos que se venden en Chile, incluido el Chevrolet Groove, cumplen con las normativas y requisitos necesarios para la seguridad de los pasajeros", concluyó Muñoz.

Sin embargo, esta situación plantea una serie de interrogantes sobre la efectividad de las regulaciones de seguridad en Chile y la transparencia de las pruebas de impacto en los vehículos. Ante este escenario, muchos consumidores se preguntan si deberían reconsiderar sus opciones al momento de adquirir un nuevo automóvil, especialmente cuando la seguridad está en juego. La situación del Chevrolet Groove es solo la punta del iceberg de un problema más amplio que afecta al mercado automotriz en el país.