
¡El cambio climático está destruyendo la tradición del patinaje sobre hielo en Canadá!
2025-03-11
Autor: Joaquín
El patinaje sobre hielo al aire libre en Canadá, una práctica profundamente arraigada en la identidad cultural del país, se enfrenta a una amenaza sin precedentes por los efectos devastadores del cambio climático. La emblemática pista de patinaje del Canal Rideau en Ottawa, reconocida como la mayor pista de hielo natural del mundo, ha comenzado a suscitar preocupaciones sobre su viabilidad anual, atrapando tanto a canadienses como a turistas en la incertidumbre. "Patinar en el canal se ha vuelto tan poco confiable últimamente", afirma Chris Cochrane, un residente de Ottawa, reflejando la frustración de muchos en la comunidad.
Los estudios recientes indican que las temperaturas cada vez más cálidas en el invierno están dificultando la conservación de esta tradición. Un reportaje del New York Times revela cómo las fluctuaciones de temperatura han impactado incluso el acto de construir pistas de hielo en los patios traseros. Jack Williams, un niño de doce años de Ontario, comparte la desilusión de otros jóvenes patinadores: "Papá lo llama un gran baño para pájaros", aludiendo al estado destrozado de su pista familiar debido a la lluvia constante y las temperaturas superiores a los 12 grados Celsius. Su padre, Ian, subraya que este calentamiento ha reducido las temporadas de patinaje que solían abarcar desde diciembre hasta marzo, limitando las oportunidades para disfrutar de esta actividad.
El patinaje sobre hielo no solo es una tradición familiar, sino que también es un símbolo cultural que remonta sus orígenes a prácticas históricas de los iroqueses, quienes, mucho antes de la colonización europea, usaban huesos de animales como patines. Durante el siglo XVII, los colonos franceses integraron esta actividad en su vida diaria, y dos siglos después, Montreal vio nacer la primera pista comercial al aire libre, cimentando el patinaje en el corazón de la cultura canadiense. Sin embargo, según estudios recientes, la temporada de patinaje ha disminuido entre un 20% y un 30% desde la mitad del siglo XX, especialmente en provincias como Alberta y las Praderas.
Las comunidades canadienses están sintiendo los efectos de esta pérdida. En Brantford, donde hasta veinticinco pistas de hielo al aire libre son mantenidas por un grupo de voluntarios, el desafío de asegurar su funcionamiento aumenta cada año. Aunque existen propuestas para construir pistas congeladas artificialmente, los voluntarios se resisten a abandonar la tradición de las pistas de hielo naturales. Lori-Dawn Cavin, gerente de desarrollo recreativo de Brantford, lamenta que en solo "dos días en los que la Madre Naturaleza no coopera, todo el trabajo se desvanece".
En un esfuerzo por preservar esta tradición, se ha lanzado la iniciativa Rink Watch, un proyecto de ciencia ciudadana que recopila datos sobre los efectos del cambio climático en el patinaje. Colin Robertson, uno de los investigadores del proyecto, indicó que la situación es alarmante: "El número de días aptos para patinar podría caer un 34% en Toronto y un 19% en Calgary para el año 2090".
Además, estas pistas de hielo son fundamentales para la integración cultural, especialmente para las familias inmigrantes que llegan al país. Robertson destacó: "Es nuestra versión del crisol de culturas... cualquiera con patines y un palo puede participar". Sin embargo, con un clima cada vez más errático, estas escenas idílicas podrían convertirse en un simple recuerdo del pasado.
Este problema no es exclusivo de Canadá. Según el científico ambiental Robert McLeman, entrevistado por el New York Times, el calentamiento en el hemisferio norte, impulsado por las emisiones industriales, está transformando experiencias culturales y comunitarias. Aunque las tormentas frías aún pueden ocurrir, McLeman enfatiza que "la consistencia es clave", y sugiere que el clima inestable ya no puede sostener pistas de hielo naturales en el futuro cercano. La comunidad se enfrenta a un dilema: ¿podrá Canadá adaptarse a estos cambios y preservar su amado pasatiempo antes de que sea demasiado tarde? La lucha por la supervivencia del patinaje sobre hielo en el país apenas comienza.