En un giro sorprendente de los acontecimientos, la Fiscalía de Arica, junto con las fuerzas del OS-9 y Labocar de Carabineros, detuvo a un hombre que se presume es el sicario que, hace menos de dos semanas, desató el terror al asesinar a sangre fría a dos ciudadanos venezolanos en el cerro Chuño. Este brutal ataque no solo terminó con sus vidas, sino que también dejó a cuatro personas gravemente heridas en lo que se ha calificado como un crimen premeditado y totalmente indiscriminado.

Los hechos ocurrieron como resultado de un conflicto entre bandas criminales en la zona, específicamente entre el Tren del Coro y Los Gallegos. El tiroteo inicial, que tuvo lugar cerca del terminal de buses de Arica, dejó como víctima fatal a un hombre peruano que, en un trágico giro del destino, fue alcanzado por una “bala loca” mientras se encontraba en su hogar.

La noche siguiente, un grupo de seis individuos armados llegó al cerro Chuño, conocido por ser un bastión de la banda Los Gallegos. Jhomnel Rafael Duin Quinteros, el acusado, se presentó en un local comercial con una pistola Glock en mano, aunque intentaba ocultar su identidad. Sin embargo, sus distintivos tatuajes, incluyendo un emblemático fusil AK-47, permitieron a las autoridades identificarlo rápidamente, ya que había sido arrestado previamente por delitos menores.

El ataque a la multitud que estaba celebrando en la calle fue desesperante; dispararon cerca de 100 balas sin importar las vidas que podían llevarse por delante. Las víctimas, en su mayoría trabajadores que festejaban el fin de una construcción, no tenían ninguna relación con las bandas criminales, lo que hizo que el ataque fuera aún más impactante y condenable.

Duin fue arrestado posteriormente en un control policial, donde intentó hacerse pasar por su hermano al dar su nombre. Aunque en su poder no se encontraron armas, su celular contenía fotos de diversas pistolas y mensajes que hacían referencia a la organización criminal.

La situación en Arica se ha vuelto tensa, con reportes de vehículos incendiados y amenazas de ataques contra cuarteles policiales. Las autoridades han implementado medidas especiales para garantizar la seguridad pública y evitar posibles fugas de prisioneros peligrosos.

El fiscal regional, Mario Carrera, declaró que no descansarían hasta atrapar a los responsables de estos crímenes horrendos y el general Pedro Alvarez enfatizó el rápido accionar de las fuerzas de seguridad en un contexto donde la violencia parece estar en aumento.

Duin ha sido formalizado por un total de seis homicidios, dos consumados y cuatro frustrados, y ha quedado bajo prisión preventiva mientras avanza el proceso judicial. La comunidad y las autoridades permanecen atentas ante la ola de violencia que ha comenzado a azotar la región.