Ciencia

¡Descubren el agujero negro más voraz del universo! ¡Increíbles detalles dentro!

2024-11-04

Autor: Joaquín

Un equipo internacional de astrónomos ha hecho un hallazgo extraordinario: LID-568, un agujero negro supermasivo que se encuentra en expansión a un ritmo asombroso, ¡40 veces por encima del límite teórico de Eddington! Este agujero negro fue localizado en el universo primitivo, a solo 1.500 millones de años después del Big Bang, lo que lo convierte en una pieza clave para entender los orígenes del cosmos.

"Este agujero negro está dándose un festín", señala la astrónoma Julia Scharwächter, del Observatorio Gemini y del Laboratorio Nacional de Investigación para la Astronomía Óptica-Infrarroja (NOIRLab) de la NSF. Este caso extremo sugiere que podría existir un mecanismo de alimentación rápida que permita que estos agujeros negros alcanzan tamaños tan grandes en épocas tan tempranas del universo.

El límite de Eddington es una ley fundamental que establece cuánta materia un agujero negro puede acumular sin que la presión de radiación genere una resistencia. Esto es crucial para entender cómo se forman, dado que cuando un agujero negro acumula material, este comienza a girar como el agua en un desagüe, antes de cruzar el horizonte de eventos.

Los agujeros negros supermasivos tienen una fuerza gravitatoria tan intensa que ni la luz puede escapar de su atracción. Estos gigantes suelen estar localizados en el centro de las galaxias y juegan un papel crucial en su formación y evolución.

El telescopio James Webb: la clave del descubrimiento

El descubrimiento fue posible gracias a las capacidades avanzadas del telescopio James Webb, que permitió observar el fenómeno a través de su espectrógrafo NIRSpec. Este instrumento detectó flujos de gas potentes alrededor de LID-568, revelando que una gran parte de su masa podría haberse formado en un solo episodio de alimentación rápida. Sin este telescopio, hubiera sido casi imposible observarlo.

Hyewon Suh, investigadora del Observatorio Gemini y del NOIRLab, enfatiza: "Gracias a este instrumento, ampliaremos nuestra comprensión sobre los agujeros negros, abriendo nuevas y emocionantes avenidas de investigación en el futuro".

La distancia a la que se encuentra LID-568 es igualmente asombrosa. Aunque es un objeto débil desde nuestra perspectiva, su lejanía sugiere que debe ser increíblemente brillante en su propio entorno.

Un vistazo al universo primitivo

Los hallazgos sobre LID-568 aportan valiosa información sobre cómo se forman los agujeros negros supermasivos a partir de 'semillas' más pequeñas, que pueden originarse de la muerte de las primeras estrellas o del colapso de nubes de gas. Este estudio sugiere que un porcentaje considerable del crecimiento de masa de estos agujeros podría ocurrir durante un único evento de rápida creación, lo que cambiaría nuestra comprensión de su naturaleza y formación.

La evidencia sugiere que los primeros agujeros negros podrían no haber surgido del colapso de estrellas convencionales, sino de grandes cúmulos de gas y enormes estrellas que colapsan directamente bajo la gravedad. Esto les habría dado una ventaja en su evolución hacia gigantes como los que observamos hoy en día.

¿Qué futuro nos depara este descubrimiento?

Este emocionante avance no solo añade un nuevo nivel a nuestro entendimiento del universo, sino que también plantea más preguntas sobre la evolución de las galaxias y los agujeros negros. Es un recordatorio de que el cosmos aún guarda muchos secretos, y cada nuevo descubrimiento nos acerca un paso más a desentrañar el misterio de nuestro origen.