Blue Origin, la empresa espacial fundada por Jeff Bezos, está a punto de hacer historia con su nuevo cohete, el New Glenn. Este lanzamiento marcará su primer intento de colocar un cohete en órbita, y se espera que tenga lugar esta semana desde la famosa Estación Espacial de Cabo Cañaveral en Florida, EE. UU.

El New Glenn no es solo un nuevo cohete; representa la ambición de Blue Origin de desafiar el dominio de SpaceX en la carrera espacial. Con aproximadamente 98 metros de altura, este impresionante vehículo de lanzamiento no tripulado promete enviar cargas útiles significativamente más pesadas que muchos de sus competidores.

Una de las características más innovadoras del New Glenn es su capacidad para recuperar la primera etapa del cohete en el océano, similar a las técnicas que SpaceX ha perfeccionado. La primera fase del cohete proporcionará el empuje inicial necesario para el despegue, mientras que la segunda llevará a cabo la colocación en órbita de naves de hasta 45 toneladas métricas.

El nombre del cohete es un homenaje a John Glenn, el icónico astronauta y político estadounidense, conocido por su valiosa contribución a la NASA. Además, el New Glenn tiene como objetivo superar la potencia del Falcon 9 de SpaceX, lo que representa un importante desafío en la industria.

Sin embargo, el camino no ha estado exento de obstáculos. Desde su anuncio en 2016, el proyecto ha enfrentado múltiples retrasos, y el primer lanzamiento estaba programado para 2020. Sin embargo, el éxito en la industria espacial a menudo está marcado por contratiempos.

Curiosamente, Blue Origin ha adoptado la tortuga como su mascota, inspirándose en la fábula de La tortuga y la liebre. Bezos ha expresado su filosofía de que 'lo lento es suave y lo suave es rápido', sugiriendo que la perseverancia puede ser la clave del éxito en su travesía hacia el espacio.

Mientras tanto, SpaceX continúa liderando la carrera con cientos de lanzamientos exitosos desde su primer Falcon 1 en 2008. Aunque ha habido algunos fracasos, su eficacia en misiones con humanos y en el lanzamiento de satélites es impresionante y establece un alto estándar en el sector.

En un movimiento estratégico, a mediados de 2024, las Fuerzas Espaciales de Estados Unidos seleccionaron a Blue Origin, SpaceX y United Launch Alliance (ULA) para competir por contratos de defensa nacional. Blue Origin también ha forjado alianzas con compañías comerciales como Kuiper y AST SpaceMobile, ampliando su horizonte en la industria espacial.

Adicionalmente, Blue Origin está trabajando en construir una nueva estación espacial conocida como Orbital Reef, en colaboración con Boeing y Sierra Space, lo que podría abrir nuevas oportunidades para la exploración espacial una vez que la Estación Espacial Internacional finalice sus operaciones.

Finalmente, su proyecto de turismo espacial, el New Shepard, ha cosechado éxitos en sus vuelos suborbitales, aunque este no cuenta con la capacidad de lanzar satélites. Con más de 20 vuelos realizados, solo un pequeño porcentaje ha presentado fallos.

El New Glenn es considerado un vehículo de 'carga pesada', capaz de transportar aproximadamente el doble de la masa que el Falcon X de SpaceX, consolidándose así como un serio competidor en las misiones espaciales, con precios que oscilan entre 60 y 70 millones de dólares por lanzamiento. El verdadero desafío será si puede mantener estos costos y competir eficazmente en un mercado cada vez más dinámico y competitivo, especialmente con el desarrollo en paralelo del cohete Starship de Musk, que promete revolucionar aún más la industria espacial.