Mientras Paul O'Neil cuidaba de sus nuevas colmenas en la idílica isla de Valentia, un encuentro inesperado cambió su vida y la de una familia ucraniana que había escapado de la guerra. Anton Tovarnitskyi, el padre, se acercó a Paul, y en medio de la barrera del idioma, le reveló su experiencia como apicultor en Ucrania, donde se practica una tradición única: las camas de abejas, utilizadas por sus supuestos beneficios terapéuticos.

Intrigados, Paul y Anton decidieron unir fuerzas para crear la primera cama de abejas en Irlanda, una idea que tomó forma rápidamente. Ahora, este rincón remoto de Irlanda, parte de la famosa Ruta Salvaje del Atlántico, recibe anualmente a unos 20,000 turistas. Sin embargo, este verano de 2023, las camas de abejas han capturado la atención de los visitantes, quienes buscan una experiencia de "curación" diferente.

La experiencia comienza en un autobús reconvertido donde se ofrece a los visitantes un elixir natural: propóleo, un producto de las abejas conocido por sus propiedades beneficiosas. Después, se les facilita un traje de apicultor, esencial para interactuar de manera segura con las abejas que revolotean libremente.

Las instalaciones incluyen casas de madera que albergan tres camas, cada una con cinco colmenas, lo que permite a los visitantes estar a pocos metros de las abejas, seguidos por una malla protectora. Cada habitación también cuenta con colmenas de observación, brindando una visión única de la vida de la colmena, incluso de la reina.

Mientras los visitantes se recuestan, son envueltos por un ambiente de vibraciones suaves y un aroma especial que emana de las abejas, lo que crea una experiencia casi hipnótica. La combinación de la calidez natural de las colmenas y las técnicas de sanación como la terapia de luz roja, PEMF y aromaterapia, ayuda a los visitantes a alcanzar un estado profundo de relajación y meditación.

Se dice que este contacto cercano con las abejas revitaliza el aire, beneficiando la salud respiratoria, y algunos incluso afirman que ayuda a limpiar los pulmones. Aunque la ciencia aún investiga estos efectos, hay un consenso general sobre las propiedades beneficiosas del propóleo, la miel y la jalea real.

Las camas de abejas son una tradición que ha perdurado a lo largo del tiempo, atribuyéndose a su uso para combatir trastornos del sueño, estrés y fatiga. La historia respalda estas afirmaciones, con apicultores que han disfrutado de longevidades excepcionales.

En un giro emocionante, Anton y Paul están considerando expandir su oferta, permitiendo a los visitantes vivir experiencias apícolas incluso durante el invierno, cuando las colmenas cierran temporalmente. La creciente popularidad de esta experiencia única propone a los apicultores nuevos métodos de ingresos, vitales en estos tiempos difíciles.

Aunque actualmente hay pocas camas de abejas en el mundo, la tendencia está en aumento. Paul y Anton incluso han comenzado a ofrecer cursos para enseñar a otros entusiastas a crear sus propias camas de abejas, abriendo así la puerta a una nueva era de bienestar natural y eco-turismo. ¡No te quedes atrás y atrévete a experimentar la magia de las camas de abejas en Irlanda!