La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha lanzado un llamado urgente este lunes, coincidiendo con el Día de la Lucha contra la Depresión, para fortalecer las plantillas en las Unidades de Salud Mental y poner en marcha planes eficientes de prevención y bienestar laboral en las empresas. Bajo el lema “¡Sin presión, no más depresión! Por un trabajo que cuide nuestra salud mental”, el sindicato destaca la grave situación que atraviesa la salud mental en España, afectando a más de dos millones de personas y constituyendo una de las principales causas de ausencia laboral.

Un sistema sanitario en crisis

La atención a la salud mental en el Sistema Nacional de Salud (SNS) presenta una deficiencia alarmante, con apenas el 5% del presupuesto sanitario destinado a este sector, muy por debajo del 7,5% que, de media, asignan otros países europeos. En España, solo hay 9 psiquiatras y 6 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, cifras que contrastan con los 19 psiquiatras y 18 psicólogos que tienen, de media, los países de la Unión Europea.

Además, en el ámbito de la atención primaria, esencial para el acceso a los servicios de salud, solo hay 366 psicólogos en todo el país, lo que provoca que muchas comunidades autónomas carezcan del personal necesario, lo que limita severamente el acceso a la atención psicológica.

Costes humanos y económicos devastadores

La depresión, reconocida como una de las patologías mentales más comunes, afecta a un 7,2% de mujeres (el doble que en hombres) y cuenta con más de 300 millones de afectados a nivel global. En España, esta enfermedad está detrás de uno de cada diez permisos de incapacidad laboral y representa la segunda causa de disminución de calidad de vida.

En 2023, se reportaron 600.000 incapacidades temporales vinculadas a trastornos mentales como la ansiedad y la depresión, generando un coste estimado en más de 30.000 millones de euros, lo que equivale a más de dos puntos del PIB nacional. A pesar de estas cifras alarmantes, CSIF advierte que los actuales esfuerzos para combatir este problema son insuficientes.

La relevancia de las condiciones laborales

El sindicato señala que las condiciones laborales son determinantes para la salud mental de los trabajadores. El estrés, la precariedad, la carga de trabajo excesiva y la falta de conciliación son causas frecuentes de patologías como la depresión. Según una encuesta de CSIF, un asombroso 46% de los empleados públicos han recurrido a fármacos psicoactivos, una cifra que podría bajar drásticamente con un acceso más ágil a servicios de salud mental en atención primaria.

Además, muchas condiciones mentales vinculadas al trabajo no son reconocidas como accidentes laborales debido a la obsolescencia del cuadro de enfermedades profesionales, una actualización que el sindicato demanda con urgencia.

¡Medidas urgentes y necesarias!

CSIF ha propuesto un conjunto de medidas al Gobierno para enfrentar la crisis de salud mental:

- Incrementar el presupuesto estatal para reforzar las Unidades de Salud Mental y contratar más profesionales capacitados.

- Reconocer los trastornos mentales laborales como accidentes de trabajo.

- Actualizar el cuadro de enfermedades profesionales, incorporando el síndrome de burnout y el trastorno de estrés postraumático.

- Implementar planes de promoción de la salud y prevención del suicidio en el entorno laboral.

- Definir políticas de rehabilitación y reintegración laboral tras ausencias prolongadas.

Apoyo psicológico ampliado

CSIF también ha expandido su red de asistencia psicológica en colaboración con la Fundación ANAED (Asociación Nacional de Ayuda al Enfermo de Depresión), ofreciendo apoyo especializado a precios reducidos para los afiliados.

El sindicato enfatiza que es imperativo iniciar acciones para mejorar la atención sanitaria y crear ambientes laborales saludables que salvaguarden la salud mental de todos los trabajadores. No podemos permitir que la depresión siga arrasando vidas y trayectorias profesionales en nuestro país.