El profesor José Antonio López, del departamento de Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha revelado un intrigante vínculo entre el estilo de vida, la alimentación y nuestras emociones. Durante su ponencia en las Jornadas Internacionales de Nutrición Práctica, organizadas por la Sociedad Española de Ciencias de la Alimentación (SEDCA), enfatizó la importancia de la socialización durante las comidas, destacando que comer acompañado está directamente relacionado con un mejor bienestar emocional.

"Entender cómo la socialización influye en nuestra relación con la comida es fundamental para reconocer los posibles beneficios de una dieta equilibrada y saludable. Esto también ayuda a las personas a alcanzar un bienestar integral", aseguró el profesor. Esta perspectiva se vuelve crucial en un país donde el 28,1% de los españoles vive solo, amplificando la dificultad de disfrutar de la socialización en las comidas.

Aprovechando diversos estudios, López recomendó la dieta mediterránea como un modelo equilibrado de alimentación, sugiriendo que se considera no solo un régimen alimenticio, sino un estilo de vida que promueve la calidad y la conexión social. Aparte de consumir alimentos de temporada y de proximidad, subrayó la importancia de la interacción social y de realizar ejercicio físico diariamente.

"Una dieta saludable no solo impacta en nuestra salud física, sino que se refleja directamente en nuestro estado de ánimo", añadió el experto, advirtiendo que los desequilibrios nutricionales pueden conducir a problemas de salud más graves.

El profesor también mencionó la necesidad de cultivar "pequeños placeres" en la vida cotidiana, como practicar un deporte que nos apasione o disfrutar de una cerveza y un aperitivo con amigos o familiares. En cuanto al consumo moderado de bebidas fermentadas, resaltó que la cerveza debe ser disfrutada en un ambiente social y con moderación. Las cantidades recomendadas son de 200-300 ml al día para mujeres y de 400-600 ml al día para hombres adultos sanos.

En definitiva, comer en compañía no solo es un deleite, sino una práctica que puede enriquecer nuestra vida emocional y social. ¡No subestimes el poder de la comida compartida!