
¡Espeluznante! Mató a una niña de 12 años y lo confesó en televisión: los horripilantes detalles detrás del asesinato de Rayén
2025-04-11
Autor: Mateo
Un crimen que conmocionó a Calbuco
En abril de 2016, un aterrador descubrimiento sacudió a la pequeña localidad de Yale, en la comuna de Calbuco, Región de Los Lagos. Una abuela encontró a su nieta, Rayén Meñaco, de solo 12 años, brutalmente degollada entre arbustos.
La trágica historia de Rayén
La niña volvía del colegio San Sebastián alrededor de las 5 de la tarde, cuando un desconocido la atacó en el camino de regreso a casa. Al notar que su nieta no llegaba, la anciana salió a buscarla y, al seguir el trayecto habitual, encontró su cuerpo, ensangrentado y sin vida.
El horror se apodera de la comunidad
La noticia del crimen creó un clima de devastación y miedo en Calbuco. La fiscal Macarena Gallardo reveló detalles escalofriantes sobre el último recorrido de Rayén, quien acostumbraba a tomar un atajo por un lugar despoblado al bajar del transporte.
Sospechas que se vuelven certezas
Los cercanos a Rayén comentaron que la niña había sido acechada por un hombre en varias ocasiones en el mismo sector. Aunque la autopsia determinó que no hubo abuso sexual, las pruebas forenses apuntaron hacia la implicación de varios sospechosos.
Descubrimientos siniestros
A inicios de mayo, la policía halló el cuerpo sin vida de uno de los hombres sospechosos, quien se suicidó cerca del lugar del crimen. Otro sospechoso, herido, fue encontrado en su hogar.
La macabra confesión
Alfonso Monje Hernández, de 37 años, confesó su participación en el asesinato, afirmando que lo hizo "de leso no más". Además, un tercer sospechoso, Belarmino Mansilla, de 58 años, se entregó voluntariamente a las autoridades.
Pruebas contundentes y una condena ejemplar
Las investigaciones revelaron material genético de los detenidos en las uñas de Rayén, lo que solidificó el caso contra ellos. En noviembre de 2017, el Tribunal Oral en lo Penal de Puerto Montt sentenció a Monje y Mansilla a cadena perpetua calificada.
Reflexiones finales
Este caso no solo evidenció la fragilidad de la seguridad en comunidades pequeñas, sino también el dolor de una familia y la incertidumbre que queda tras un crimen tan atroz. La condena de los culpables es un paso hacia la justicia, pero ¿cómo sanarán las heridas de un pueblo aún conmovido por esta tragedia?