El tema de las isapres en Chile continúa generando intensas discusiones, especialmente en relación a un posible fondo de compensación que podría cambiar el panorama del sistema de salud. La ministra de Salud, Ximena Aguilera, declaró el pasado martes que la propuesta para eliminar las preexistencias de salud está en su fase final de revisión y será presentada oficialmente el 1 de octubre.

Este compromiso fue reafirmado durante una reunión del Ejecutivo con los parlamentarios, donde se discutieron importantes puntos sobre la reforma al sistema sanitario. Participando en la cita, se encontraban figuras clave como Bernardo Martorell, coordinador de la reforma de salud, y Camilo Cid, director de Fonasa.

Una de las principales propuestas en la mesa es el fortalecimiento de Fonasa, que se abordará junto con la eliminación de las preexistencias. Sin embargo, la creación de un fondo de compensación para las isapres es uno de los temas más delicados. Esta medida implicaría la recolección de dinero de los planes para redistribuirlos entre aseguradoras que atienden a pacientes con condiciones de salud más complejas, lo que podría incentivar a las isapres a dejar de seleccionar a personas saludables para maximizar sus ganancias.

La diputada Ana María Gazmuri expresó su desacuerdo con establecer un fondo de compensación, advirtiendo que esto podría debilitar a Fonasa, además de que no están dispuestos a permitir un único plan de salud. Gazmuri señaló la necesidad de transformar las isapres en seguros de segundo piso, reconociendo su papel actual, pero enfatizando que deben dejar de lucrar con la salud de las personas, especialmente en el caso de enfermedades crónicas o costosas.

Por su parte, el senador Juan Luis Castro considera que la propuesta de un fondo de compensación podría ser un punto de controversia, sugiriendo que este tema se discuta por separado para no afectar la votación del proyecto sobre preexistencias.

A pesar de las diferencias visibles, Castro ve el avance legislativo como algo positivo, afirmando que después de 43 años, las isapres están de acuerdo en eliminar la discriminación hacia los pacientes y permitirles movilidad en el sistema de salud.

La ministra Aguilera también destacó el trabajo legislativo que se ha llevado a cabo, a diferencia de otras iniciativas anteriores. Y aunque el gobierno debe decidir si los proyectos ingresarán por el Senado o la Cámara de Diputados, hay una sensación de urgencia para avanzar en estos asuntos. Los senadores han advertido que si se presentan por la Cámara de Diputados, los procesos legislativos podrían alargarse, lo que postergaría la reforma.

Desde la oposición, el senador Francisco Chahuán alertó que si el gobierno decide presentar el proyecto por la Cámara de Diputados, podría significar una renuncia a la reforma sanitaria, ya que esto podría hacer que la discusión se estancara.

Uno de los temas críticos será garantizar los derechos de los trabajadores de la salud y abordar los abusos sistemáticos en el sistema, incluidos los contratos con sociedades médicas.

A medida que se acercan las fechas clave, la expectativa crece entre los ciudadanos de que este proceso legislativo pueda, por fin, llevar a un sistema de salud más equitativo y eficiente.