En la jornada de este lunes, el presidente de Chile, Gabriel Boric, se destacó en la sesión plenaria de la Cumbre del Futuro de la ONU, que reúne a líderes de diferentes naciones para debatir sobre los desafíos globales actuales.

Durante su intervención, Boric enfatizó que gobernar se ha vuelto cada vez más complejo, especialmente en un contexto donde la democratización de la información exige mayor transparencia en la toma de decisiones gubernamentales. "Cada día, en los últimos años, se ha vuelto más difícil gobernar. Debemos ser más transparentes ante la ciudadanía sobre cómo y por qué tomamos las decisiones que tomamos", afirmó el Mandatario.

El presidente reconoció un "malestar palpable" en la sociedad global, y expresó que el optimismo sobre el futuro se ha desvanecido. "Debemos preguntarnos como gobernantes: ¿qué podemos hacer para revertir esta situación? Existe un consenso creciente en que no deberían existir clases privilegiadas y que la riqueza generada en el mundo debe distribuirse de manera más equitativa tanto a nivel global como dentro de cada nación", destacó Boric.

Dirigiéndose a los representantes de los países miembros de la ONU, Boric compartió un mensaje combativo, advirtiendo que, aunque no se han cumplido las expectativas para crear un mundo mejor, todavía hay tiempo para realizar cambios significativos. "Desde Chile les digo, con frustración pero también con esperanza, que aún estamos a tiempo de construir un futuro diferente", subrayó.

Sin embargo, el presidente también abordó la necesidad de reformar las instituciones internacionales, señalando la obsolescencia del Consejo de Seguridad de la ONU. "Esta organización fue diseñada para un contexto mundial que ya no existe. El 2024 no es 1945", indicó Boric, refiriéndose a la incapacidad del Consejo para adaptarse a la realidad actual, donde los vetos de países como Estados Unidos y Rusia afectan la efectividad de las resoluciones.

Haciendo un llamado a la acción, Boric sostuvo que "el Consejo de Seguridad no representa al mundo actual" y exigió cambios en lo que él describe como un "juego" que necesita reglas que se alineen con el nuevo orden mundial. "Si no somos capaces de cambiar esta institución, ¿cómo podemos exigir a nuestros pueblos que cambien?", cuestionó el Mandatario, dejando claro que el futuro de la gobernanza global depende de la voluntad de sus miembros para adaptarse a las necesidades del presente.

Con esta contundente intervención, Boric no solo planteó un diagnóstico crítico, sino que también instó a una reflexión profunda sobre el papel de cada país en la construcción de un mundo más justo y equitativo. Su mensaje resuena en un momento en que la cooperación internacional es más crucial que nunca.