Ciencia

Cristina Martínez, doctora en psicología: “Corregir los exámenes con bolígrafo rojo puede producir bloqueos y desconexiones a los alumnos”

2025-03-14

Autor: Martina

En la actualidad, los docentes se enfrentan a una serie de retos y preocupaciones, siendo uno de los más recientes la forma en que corrigen los exámenes para no generar ansiedad en los alumnos. Este tema ha cobrado relevancia después de que la orientadora escolar Nieves Argibay comentara en una entrevista que corregir con boli rojo puede causar ansiedad en los estudiantes.

La discusión gira en torno a la sobreprotección de los alumnos y si esto les permitirá desarrollar las habilidades necesarias para enfrentar la vida adulta. En una charla reciente en el programa Versió RAC1 con Toni Clapés, la doctora Cristina Martínez, quien es directora de un gabinete psicológico en Mataró, expuso su perspectiva sobre el tema.

¿Corregir exámenes en rojo genera ansiedad?

Martínez sostiene que es fundamental enfocar la corrección en reforzar los comportamientos positivos. “Reconocer el esfuerzo y la buena actitud de los niños impulsa su motivación”, afirma. En esta línea, coincide con Argibay al sugerir el uso del color verde para destacar las conductas adecuadas, mientras que el rojo podría asociarse al castigo, lo cual no es efectivo. Según Martínez, “el refuerzo positivo es más productivo que el negativo.”

Errores y ego: una conexión peligrosa

La psicóloga enfatiza que “las correcciones en color rojo marcan los errores y al ego nunca le agrada eso. Esto provoca que los alumnos se desconecten y dejen de prestar atención a cómo pueden mejorar.” Por lo tanto, propone que al corregir un examen, es necesario resaltar tanto lo que se hizo bien como lo que se debe mejorar, lo que fomentaría un ambiente de aprendizaje más positivo.

Respuesta de Antoni Dalmases

Este tema ha suscitado una discusión más amplia en la comunidad educativa, y uno de los que ha contribuido a este debate es Antoni Dalmases, un maestro y escritor retirado. Él argumenta que esta tendencia hacia la corrección sin el uso del color rojo proviene de una “cultura blanda” que ignora la importancia de la disciplina en la educación.

Dalmases describe esta nueva perspectiva como un “movimiento de termitas” que intenta minimizar todos los desafíos en la enseñanza y sostiene que “no aceptar la corrección es ser salvaje”. Para él, es esencial enseñar a los estudiantes sobre sus errores para que puedan aprender de ellos. “La enseñanza debe ser una guía hacia el aprendizaje futuro”, enfatiza.

La necesidad de la frustración en el aprendizaje

Aunque Dalmases está de acuerdo con la importancia del refuerzo positivo, también defiende el uso de la corrección como un método necesario. “Entender que corregir es castigar es aberrante”, afirma. Para él, es importante exponer a los alumnos a la frustración como parte del proceso de aprendizaje. Se pregunta: “Si no les enseñamos a enfrentar y aceptar sus fallos, ¿qué monstruos estamos creando?”

Conclusión

La manera de corregir exámenes y la presión psicológica que esto puede generar en los estudiantes es un tema de gran relevancia en la educación contemporánea. Mientras algunos proponen un cambio hacia métodos más comprensivos y positivos, otros defienden la necesidad de una corrección rigurosa como vía para enfrentar las realidades de la vida. Este debate no solo afecta la enseñanza, sino que también impacta en la formación de individuos resilientes y preparados para el futuro.