Las famosas marcas automotrices BYD, de origen chino, y BMW, de Alemania, se encuentran en el centro de una polémica en Chile. Ambas son ampliamente reconocidas a nivel mundial y tienen una presencia significativa en el mercado chileno con diversos modelos de vehículos.

La controversia se desencadena por la reciente solicitud de BYD para registrar la marca 'BYD Dolphin Mini' en el país. BMW, en respuesta, ha presentado una oposición en el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi), argumentando que el uso de la palabra 'Mini' podría confundir a los consumidores en relación con el origen de los vehículos, dado que 'Mini' es una marca emblemática dentro del portafolio de BMW, que incluye marcas de renombre como Rolls-Royce y su división de motocicletas.

BMW sostiene que 'Mini' goza de un fuerte reconocimiento a nivel internacional en la industria automotriz. Según los representantes de BMW, el hecho de que BYD utilice el término 'Mini' no solo podría llevar a malentendidos entre los consumidores, sino que también podría menoscabar el valor de la marca registrada y su reputación consolidada.

La disputa no es única, ya que se han visto antecedentes similares en el sector automotriz, donde grandes marcas han luchado para proteger su identidad y evitar cualquier tipo de confusión en el mercado. Sin embargo, también es un reflejo de la creciente competencia entre fabricantes de automóviles eléctricos y tradicionales.

La llegada de marcas como BYD está revolucionando la industria, y aunque buscan ampliar su cuota de mercado, se enfrentan a desafíos significativos en términos de identidad de marca y percepción del consumidor. La resolución de este conflicto podría sentar un precedente importante sobre cómo se gestionan y protegen las marcas en la era de la electrificación automotriz. Estaremos atentos a los próximos pasos en esta disputa legal que promete dar mucho de qué hablar.