Ciencia y Algoritmos: Avanzando hacia una Medicina de Precisión Revolucionaria
2024-11-07
Autor: Pedro
La doctora Carla Taramasco Toro, directora del Instituto de Tecnología para la Innovación en Salud y Bienestar (ITiSB) de la Universidad Andrés Bello y académica de la Facultad de Ingeniería en la Universidad Andrés Bello Sede Viña del Mar, ha estado al frente de la revolución tecnológica en el ámbito sanitario.
Desde que Alan Turing planteó en la década de 1950 la pregunta de si una máquina puede pensar, hemos visto un avance inmenso en las capacidades de la inteligencia artificial (IA). Turing delineó las cuatro habilidades esenciales que una máquina debería poseer: procesamiento del lenguaje natural, representación del conocimiento, razonamiento automatizado y aprendizaje automático. A lo largo de los años, estas bases han evolucionado, incorporando capacidades de visión por computadora y reconocimiento de voz. Aunque aún no hemos llegado a contar con 'máquinas pensantes' como se imaginó Turing, la IA se ha integrado en nuestras vidas, y su potencial en medicina es simplemente impresionante.
En el sector salud, la implementación de la inteligencia artificial está transformando las expectativas de vida para millones de personas. Gracias a algoritmos avanzados, la IA aprende de vastos conjuntos de datos sanitarios, proporcionando información crítica que puede ser utilizada en la práctica clínica. Esto no solo reduce la probabilidad de errores diagnósticos y terapéuticos, sino que también permite alertar sobre riesgos potenciales para la salud, mejorando así los resultados generales para los pacientes.
Uno de los aspectos más destacados del uso de la IA es su capacidad para revolucionar la atención preventiva. La detección temprana de enfermedades se vuelve más precisa, permitiendo una estratificación del riesgo que antes parecía inalcanzable. Imagina poder recibir tratamientos personalizados que se ajusten perfectamente a tus necesidades y preferencias; eso es el futuro que la IA promete en la medicina.
Además, la IA también juega un rol crucial en el análisis predictivo. Esta tecnología puede identificar a pacientes con un alto riesgo de desarrollar enfermedades crónicas o sufrir eventos adversos, lo que resulta invaluable en un país como el nuestro, donde la prevalencia de demencia es alarmante, afectando al 7% de las personas mayores de 60 años y hasta el 32.6% en aquellos mayores de 85 años.
Sin embargo, la recepción de la IA en nuestros servicios de salud ha sido variada. Mientras algunos centros médicos y profesionales abrazan este avance tecnológico, otros son más cautelosos. El mensaje más importante es que la IA debe ser vista como una herramienta valiosa que puede mejorar significativamente la calidad de vida de las personas, y no como una amenaza. La medicina de precisión está más cerca que nunca, y los beneficiarios serán, en última instancia, los pacientes.