El Gobierno del Presidente Gabriel Boric ha celebrado con entusiasmo la decisión de Estados Unidos de retirar a Cuba de su lista de países que promueven el terrorismo. Este cambio ha sido calificado como un paso significativo en la búsqueda de un futuro más esperanzador para la isla caribeña y sus ciudadanos.

El canciller Alberto van Klaveren se pronunció en redes sociales, expresando: "Este hito hace justicia y es una notable señal de esperanza. El avance hacia la eliminación de sanciones contribuirá a mejorar la calidad de vida y el respeto de los derechos humanos en Cuba". Esta declaración subraya la postura de Chile en pro de una política exterior más humanitaria y cooperativa.

Es importante recordar que esta medida fue solicitada por el Presidente Boric durante una reunión con Joe Biden en noviembre de 2023 en la Casa Blanca. En esa ocasión, Boric enfatizó: "No se está sancionando a un Gobierno, se está sancionando a un pueblo. Cuando un pueblo sufre, todos debemos preocuparnos". Estas palabras resonaron como un llamado a la empatía y la solidaridad internacional.

La decisión de Biden, que se produjo en un momento crucial antes de su eventual traspaso de poder a Donald Trump, busca fomentar la liberación de prisioneros políticos en Cuba, con el apoyo de mediadores del Vaticano. El canciller Van Klaveren también destacó la "gran noticia de la liberación de 553 prisioneros políticos en Cuba. Este acto de humanidad representa un avance hacia el respeto pleno de los derechos humanos y fortalece la convivencia cívica en la isla".

La retirada de Cuba de la lista negra del terrorismo no solo es un aliento para aquellos que luchan por los derechos humanos en la isla, sino que también abre un nuevo capítulo en las relaciones internacionales, donde se vislumbran esperanzas de diálogo y entendimiento entre naciones que, por años, se han mantenido distantes. Esta decisión de EE.UU. podría llevar a un camino hacia la reconciliación y el desarrollo sostenible, motivando futuros encuentros diplomáticos significativos.