Las recientes celebraciones de Fiestas Patrias en el país han estado marcadas por un alarmante aumento de la violencia, con un trágico saldo de 30 homicidios reportados durante este periodo. Este escenario conmocionó a la ciudadanía y generó un fuerte rechazo en el ámbito político.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, hizo declaraciones que fueron recibidas con indignación. Afirmó que la cantidad de homicidios durante estas festividades era ‘‘más o menos similar a la que hay en días habituales’’. Estas palabras provocaron una ola de críticas, sobre todo de los miembros de la Comisión de Seguridad Ciudadana del Parlamento.

La diputada Gloria Naveillán, presidenta de la comisión y perteneciente al Comité Social Cristiano, expresó que Tohá intenta ‘‘normalizar’’ una situación tan grave como lo son los homicidios, bajando la importancia de cifras tan escalofriantes. Otro parlamentario, Henry Leal de la UDI, coincidió en que sus comentarios resultaron ser ‘desafortunados e inaceptables’, y resaltó que la ministra ‘‘se ha equivocado’’.

José Miguel Castro, de Renovación Nacional, añadió que sus declaraciones reflejan una falta total de empatía por parte del gobierno hacia las víctimas y sus familias.

Sin embargo, hubo voces que defendieron a Tohá, como el diputado Jaime Naranjo del Partido Socialista, quien argumentó que sus palabras fueron malinterpretadas. Aseguró que la ministra no está conforme con la violencia desatada y que su intención era señalar que las cifras de homicidios mostraban una tendencia a mantenerse dentro de márgenes previos a este aumento.

La creciente ola de homicidios en el país ha dejado a la población en un estado de alerta constante. Las organizaciones de derechos humanos han manifestado su preocupación por la falta de medidas efectivas para controlar la violencia. En este sentido, la opinión pública exige respuestas claras y acciones inmediatas del gobierno para asegurar la seguridad durante fechas tan importantes como Fiestas Patrias. Las críticas a Tohá resaltan la urgencia de abordar este problema de manera serena y responsable, evitando comentarios que puedan parecer una trivialización de la vida y la seguridad de los ciudadanos.