Una feroz protesta de jubilados en Buenos Aires se convirtió en un escenario de enfrentamientos con la policía, dejando un saldo de al menos 20 heridos y más de 120 detenidos. Los manifestantes, en su mayoría jubilados, se congregaron frente al Congreso Nacional, en el centro de la capital argentina, para exigir un aumento en sus pensiones y el restablecimiento del acceso gratuito a medicamentos esenciales.

La protesta, que se llevó a cabo este miércoles, atrajo también el apoyo de hinchas de conocidos clubes de fútbol como Boca Juniors y River Plate. La situación se tornó peligrosa cuando la policía utilizó gases lacrimógenos, balas de goma y cañones de agua para dispersar a los manifestantes que respondieron lanzando piedras.

Entre los heridos graves se encuentra Pablo Grillo, un fotoperiodista que fue alcanzado por un cartucho de gas lacrimógeno y se encuentra en estado crítico en el hospital. También se reportó que un agente de policía recibió un disparo en su brazo izquierdo, lo que elevó la urgencia de la situación y generó críticas sobre el uso de la fuerza.

La participación de los hinchas de fútbol en estas marchas se intensificó tras la difusión de imágenes que mostraban a un jubilado con la camiseta del club Chacarita, siendo reprimido por las fuerzas policiales. Este incidente provocó que no solo los hinchas de Chacarita se unieran, sino que también otros clubes se solidarizaran con la causa, convirtiendo la protesta en un fenómeno social más amplio.

El gobierno, liderado por Javier Milei, ha enfrentado un creciente descontento tras imponer políticas de austeridad. Se estima que casi el 60% de los jubilados en Argentina recibe el monto mínimo de pensiones, que equivale a unos US$340 al mes, lo que ha desatado una ola de indignación entre este grupo vulnerable.

Las autoridades han calificado a los hinchas como "barra bravas", implicando que su participación podría estar motivada por agendas violentas; sin embargo, muchos argumentan que su apoyo a los jubilados es un signo de solidaridad y lucha por la justicia social.

Este evento marca otro capítulo en el tumultuoso entorno político de Argentina, donde la lucha por los derechos de los jubilados se suma a una serie de protestas en diversas áreas de la sociedad, reflejando el malestar generalizado con el gobierno actual. La tensión entre las autoridades y los ciudadanos sigue en aumento ante un panorama de creciente inestabilidad social.