
¡Bombazo en el mundo biotecnológico! 23andMe se declara en quiebra: ¿Qué sucederá con los datos de 15 millones de clientes?
2025-03-25
Autor: Joaquín
La emocionante travesía de 23andMe, la startup biotecnológica que deslumbró a Silicon Valley, llega a su trágico final. Fundada en 2007 por Anne Wojcicki, entonces esposa de Serguéi Brin, cofundador de Google, 23andMe rompió moldes al ser la primera empresa en ofrecer kits de análisis genéticos al público. Sin embargo, a pesar de su innovadora propuesta, su trayectoria ha estado plagada de dificultades financieras. La esperada salida a Bolsa en 2021 resultó ser un descalabro, ya que la empresa fue valorada en unos 3,500 millones de dólares, significativamente menos de lo que esperaba. Desde aquel momento, la compañía ha visto cómo su valor de mercado se desplomaba en casi un 80% en el último año, culminando en esta semana con su declaración de quiebra y la renuncia de Wojcicki.
El futuro del laboratorio se presenta incierto, especialmente para los 15 millones de clientes que han confiado en 23andMe con sus datos genéticos. En medio de rumores sobre posibles compras, Wojcicki mencionó que estaría dispuesta a escuchar ofertas, aunque un mes después, fuentes de la empresa negaron que esto fuera cierto. La prensa especula sobre el interés de una importante aseguradora en EE. UU. para utilizar estos datos genéticos, lo que podría incluir evaluar la predisposición de sus clientes a ciertas enfermedades para ajustar sus pólizas de seguros.
Pero, ¿qué pasará con los datos de los usuarios españoles? La empresa ha asegurado en una carta abierta que los datos están protegidos y se custodiarán con las máximas garantías. Sin embargo, la preocupación persiste. Según el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que se aplica a todas las empresas que manejan datos de ciudadanos de la UE, los usuarios tienen derecho a solicitar la supresión de sus datos. Esto se vuelve crucial considerando que los datos genéticos son de una naturaleza particularmente sensible y están sujetos a regulaciones estrictas.
El ADN se considera un dato biométrico inmutable, una huella personal que no se puede alterar, a diferencia de otros identificadores. Este hecho plantea serias implicaciones sobre cómo se manejarán los datos genéticos de los usuarios. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ya había comenzado a investigar a 23andMe, lo que refleja la atención que está recibiendo el tema de la protección de datos en este contexto crítico.
A pesar de ser pionera en el mercado de kits de análisis genéticos, 23andMe se ha visto obligada a diversificar sus operaciones en busca de rentabilidad. La empresa incluso intentó aventurarse en el desarrollo de productos para la pérdida de peso basándose en variaciones genéticas. Sin embargo, su situación líder se complicó con la dimisión masiva de su junta directiva en septiembre, tras no encontrar ofertas que pudieran salvar la empresa.
Wojcicki, que había hecho propuestas para rescatar a la compañía, expresó su frustración en redes sociales tras el rechazo de su última oferta. Aun así, mantiene su confianza en el futuro de la empresa, asegurando su deseo de seguir explorando opciones para adquirirla.
Este desenlace trágico no solo marca el final de una era para 23andMe, sino que también plantea grandes interrogantes sobre la utilización de datos genéticos y la viabilidad de negocios basados en esta información en el futuro. La historia de 23andMe es un recordatorio impactante de los altibajos del emprendimiento en el ámbito tecnológico.