El Club Barnechea atraviesa un momento crítico en su historia, ya que su destino en la Primera B depende de una batalla legal tras una serie de sanciones que lo relegaron a la Segunda División y lo llevaron a la desafiliación. Esta pesadilla comenzó en el segundo semestre, cuando el club fue severamente sancionado por la ANFP.

Recientemente, Barnechea logró que se anulase su desafiliación, aunque esto estuvo ligado al incumplimiento de una Licencia de Clubes otorgada con condiciones. La ANFP también acusó al club de falencias en obligaciones tributarias, lo que resultó en una drástica resta de 45 puntos y una multa económica significativa de 1500 UF, relegándolo a la tercera categoría del fútbol nacional.

A pesar de las adversidades, el club está decidido a pelear cada punto. Su abogado, Ciro Colombara, ha impulsado una defensa legal que busca mantener a Barnechea en la Primera B. En declaraciones entusiastas, el presidente del club, Armando Cordero, resaltó: "Las posibilidades de que esto acabe bien en la Corte Suprema son altísimas. Las irregularidades e injusticias cometidas son obvias".

La última jugada del equipo ha sido solicitar a la Corte de Apelaciones una orden de no innovar que suspenda la Liguilla del Ascenso. Cordero subrayó que sin la sanción de 45 puntos, Barnechea podría estar disputando el mini-torneo que determina el ascenso a Primera División, lo que hace que la situación actual se sienta aún más injusta.

Cordero también destacó que han presentado un recurso de protección que continúa en proceso, y han intentado sin éxito establecer órdenes de no innovar en varias ocasiones. La confianza del presidente es inquebrantable: “Esto llegará a los tribunales y estoy convencido de que vamos a ganar en la Corte Suprema, por lo que de alguna manera estaremos de vuelta en la Primera B", afirmó.

Además, el contexto actual del fútbol chileno genera inquietudes respecto a cómo se administran las sanciones. Cordero mencionó que el hecho de que los torneos se definan "por secretaría" es un problema, ya que las decisiones tomadas en cancha deberían ser consideradas incuestionables. Insistió en que las sanciones deberían ser mayormente de carácter económico y no afectar la cantidad de puntos; una propuesta que podría cambiar la dinámica de conflictos en el futuro.

Este enfrentamiento no solo es crucial para Barnechea, sino que también podría sentar un precedente en la forma en que se manejan las sanciones en el fútbol chileno. Por el momento, el club se aferra a la esperanza de regresar a la categoría que tanto anhela.