En un movimiento audaz, Apple ha solicitado a sus accionistas que rechacen una propuesta destinada a desmantelar su programa de Diversidad, Igualdad e Inclusión (DEI). Esta importante decisión se discutirá en la junta general el 25 de febrero, y la empresa advierte sobre los riesgos financieros y reputacionales que ello podría acarrear.

Un reciente informe presentado a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) destaca que los fallos judiciales en torno a medidas DEI generales podrían exponer a la compañía a posibles litigios y daños significativos. Apple enfatiza que posee un programa de 'compliance' robusto que busca proteger su capacidad para gestionar operaciones comerciales cotidianas y estratégicas de manera efectiva.

Con una plantilla de 80.000 empleados, Apple revela que más de 50.000 trabajadores podrían ser vulnerables a incidentes de discriminación por su raza, orientación sexual o género. Si se comprobara que alguna de estas discriminaciones ha tenido lugar, la indemnización por daños podría alcanzar cifras astronómicas, poniendo en peligro el futuro financiero de la compañía.

En un contexto donde otras grandes empresas estadounidenses como Walmart, Meta, Harley-Davidson, Tractor Supply y John Deere están revisando o suspendiendo sus políticas DEI, Apple se posiciona como un bastión del cambio inclusivo. Estas firmas han argumentado que sus políticas actuales podrían favorecer a ciertos grupos a expensas de otros, lo que está generando un debate candente sobre la diversidad en el lugar de trabajo.

El gigante de las redes sociales Meta, por ejemplo, ha manifestado que los esfuerzos en este ámbito implican la asignación de tratados preferenciales a ciertos colectivos, una posición que ha desencadenado críticas y apoyo a partes iguales. A medida que el panorama legal y político en EEUU evoluciona con respecto a cuestiones de diversidad e inclusión, las corporaciones están reevaluando sus estrategias.

Apple, sin embargo, parece estar decidido a mantener su compromiso con la diversidad, no solo como un imperativo ético, sino también como una estrategia crítica para el crecimiento y la innovación empresarial. En este sentido, el futuro del programa DEI de la compañía podría no solo marcar una diferencia en la cultura empresarial interna, sino también servir como un indicador para otras organizaciones en el país y a nivel mundial sobre la importancia de la inclusión en el entorno laboral. ¡La lucha por la diversidad de Apple podría ser un ejemplo a seguir o una batalla épica por venir!