La situación en Gaza está marcada por un alto el fuego que ha llevado a la esperanza pero también a la incertidumbre. Israel ha confirmado que ha matado a al menos 46.876 personas desde que comenzó su ofensiva militar el 7 de octubre de 2023. El Ministerio de Sanidad de Gaza ha informado que además hay 110.642 heridos, complicando aún más la crisis humanitaria que asola la región. El esperado acuerdo de alto el fuego entre Hamás e Israel se espera que entre en vigor este domingo, y se abre la posibilidad de la liberación de rehenes. Sin embargo, desde el anuncio de la tregua, Israel ha intensificado los bombardeos, causando la muerte de más de un centenar de personas.

A nivel internacional, la Comunidad Europea ha anunciado 235 millones de euros en ayuda humanitaria para Siria, pero la atención de muchos sigue centrándose en Gaza, donde organizaciones humanitarias advierten sobre la incontrolable situación de miles de desplazados y heridos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que cerca de 12,000 pacientes deben ser evacuados de Gaza, sumando una presión adicional para la comunidad internacional.

En la capital egipcia, El Cairo, una delegación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) trabaja intensamente en la negociación de la reapertura del paso de Rafah, vital para el tránsito de ayuda y personas, una vez se formalice el acuerdo de alto el fuego.

El Gabinete de Seguridad de Netanyahu ha manifestado su apoyo al alto el fuego y ha pedido la aprobación del Gobierno en una reunión programada para hoy. El primer ministro afirma que esta decisión se basa en una cuidadosa evaluación de los aspectos diplomáticos, humanitarios y de seguridad relacionados con el acuerdo.

El G-7 ha expresado su "respaldo total" al alto el fuego y ha instado a todas las partes a mantener las condiciones de este pacto, afirmando que representa una oportunidad para resolver la catastrófica crisis humanitaria en Gaza. Sin embargo, la situación es sencillamente compleja, con un 73% de la población israelí apoyando el acuerdo, aunque muchos ciudadanos siguen siendo escépticos sobre la verdadera durabilidad del mismo.

Testimonios desgarradores llegan desde Gaza, donde ciudadanos como Malak Mohamed Hussein y Marwa, una enfermera de 24 años, comparten su angustia y deseos de volver a casa. Sin embargo, las calles, en gran parte destruidas, solo quedan como un recuerdo de lo que alguna vez fueron.

A medida que el mundo espera el inicio del alto el fuego, la situación sigue siendo precaria y cargada de tensiones. ¿Realmente habrá paz en Gaza? ¿O este es solo un calmante temporal en medio de un conflicto más profundo? La respuesta podría determinar el futuro de miles de vidas en la región.