Un equipo de científicos ha instalado una red de 5 sensores en el fondo oceánico de la Fosa de Atacama, en colaboración con investigadores alemanes a bordo del buque de investigación Sonne.

Este avance tecnológico permite un monitoreo más preciso de la actividad sísmica en la región.

Según los datos recopilados, ya se ha detectado que esta área está acumulando energía a un ritmo alarmante.

La comunidad científica advierte que un terremoto de gran magnitud, entre 8,0 y 8,5, podría ocurrir en cualquier momento.

Este hallazgo no solo es crucial para la predicción de terremotos, sino que también podría tener un impacto significativo en la preparación de las ciudades costeras de Chile.

Las autoridades instan a la población a estar alerta y prepararse ante la eventualidad de un desastre natural que podría alterar la vida de miles.