Este miércoles, el Gobierno de China lanzó una contundente advertencia: tomará "acciones necesarias" contra aquellos países que implementen "medidas discriminatorias o restrictivas" que perjudiquen a sus ciudadanos o empresas involucradas en disputas de propiedad intelectual.

La tensión se intensifica, ya que en enero, la Comisión Europea solicitó consultas ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para abordar lo que considera prácticas comerciales "desleales e ilegales" de China. Estas acciones han impactado especialmente a las empresas europeas con patentes en el sector de alta tecnología, como la crucial tecnología 5G.

Estados Unidos no se queda atrás en este conflicto, acusando a Pekín de vulnerar los derechos de propiedad intelectual de empresas estadounidenses. Las acusaciones se centran en las colaboraciones en proyectos conjuntos con firmas chinas, donde se ha evidenciado una falta de respeto a los acuerdos de propiedad intelectual.

El nuevo texto adoptado por el Consejo de Estado refleja el descontento chino con las políticas de "contención" y aunque no señala a ningún país en específico, recalca la disposición de tomar medidas contra "aquellos que utilicen la propiedad intelectual como excusa para contener y reprimir a China".

"Tomaremos contramedidas contra organizaciones e individuos que se vean involucrados directa o indirectamente en estas violaciones", enfatiza el documento.

Además, se propone incentivar a ciudadanos y organizaciones chinas a gestionar las "controversias" relacionadas con la propiedad intelectual de manera legal y a proteger sus "legítimos derechos e intereses". El Ejecutivo también se compromete a reforzar la orientación para que las empresas manejen sus litigios de manera más efectiva frente a las leyes internacionales.

Una de las apuestas del Gobierno chino es apoyar a instituciones de arbitraje en la resolución de disputas, ofreciendo canales más eficientes para este proceso. Sin embargo, la complejidad de estos desacuerdos no solo afecta a la relación entre EE. UU. y China, sino que también presenta desafíos para la Unión Europea.

Recientemente, la UE ha denunciado que China trata de forzar a las empresas europeas a proporcionar a los fabricantes chinos un acceso más económico a las tecnologías punteras que poseen, lo que podría amenazar su ventaja competitiva en el mercado global.

Por si fuera poco, las disputas no se limitan a las patentes tecnológicas. China ha estado en el centro de controversias relacionadas con mandatos judiciales que limitan severamente a los titulares de patentes de alta tecnología, quienes enfrentan sanciones al intentar defender sus derechos en tribunales fuera de China.

Este conflicto en la propiedad intelectual es solo la punta del iceberg en las tensiones comerciales actuales. Mantente alerta, ya que los acontecimientos futuros podrían llevar a una escalada de las hostilidades comerciales entre las potencias más influyentes del mundo.