El sarampión, una de las enfermedades más contagiosas del mundo, está causando una grave crisis en América. En lo que va del año 2025, los casos confirmados han aumentado de 91 a asombrosos 507, lo que representa un incremento del 500% en comparación con el año anterior, según el último informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Este alarmante repunte se debe a la baja cobertura de vacunación y los movimientos migratorios entre países. Se han reportado brotes significativos en Argentina con 14 casos, y otros en Estados Unidos, México y Canadá. La combinación de estos factores está creando un terreno fértil para la propagación del virus.

La primera dosis de la vacuna contra el sarampión se administra a los 12 meses de edad, y la segunda a los 6 años o al inicio de la escolarización. Sin embargo, en el último reporte de cobertura de vacunación, solo el 28,6% de los países en América ha logrado superar el 95% de cobertura para la primera dosis, y solo el 16,7% para la segunda.

Según un análisis de la OPS, el riesgo de propagación del virus es "alto", y existe una gran preocupación de que los sistemas de salud en la región no estén preparados para manejar esta crisis. Expertos advierten que el sarampión es una de las principales causas de mortalidad infantil, especialmente en zonas con escasa cobertura vacunal, donde ya se han registrado 2 muertes en Estados Unidos, una de las cuales está bajo investigación.

Las complicaciones del sarampión pueden ser devastadoras, incluyendo neumonía, diarrea, encefalitis e incluso ceguera. En regiones con altos niveles de desnutrición y atención precaria, la mortalidad puede alcanzar hasta un 10%, y en comunidades marginadas, este número puede elevarse a un alarmante 30%.

Los expertos advierten que el sarampión se transmite fácilmente a través del aire y por gotas respiratorias, lo que representa un peligro mayor en áreas densamente pobladas con baja vacunación. Este año, las tasas de ataque secundario en contactos familiares vulnerables han variado entre el 75% y el 90%, lo que ilustra lo rápido que puede expandirse la enfermedad.

Para combatir este brote, es fundamental que las campañas de vacunación sean intensificadas de inmediato, y que se tomen medidas concretas para educar y convencer a las comunidades sobre la importancia de la vacunación. La resistencia a la vacunación en diversas comunidades está complicando enormemente estos esfuerzos.

La pandemia de COVID-19 ha dejado secuelas en los sistemas de salud, reduciendo la capacidad de respuesta ante brotes. La OPS destaca que alcanzar poblaciones vulnerables, como grupos indígenas y residentes de áreas rurales, es un reto significativo por el cual deben trabajar coordinadamente los gobiernos.

El Dr. Alfonso Rodríguez Morales, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero, enfatiza la necesidad de una comunicación efectiva. "Las familias deben informarse adecuadamente a través de fuentes confiables, incluyendo los organismos de salud, las sociedades científicas y las organizaciones de salud regionales. La lucha contra el sarampión es, en esencia, una lucha contra la desinformación".

Finalmente, la OPS hace un llamado a todas las naciones a trabajar unidas para garantizar coberturas de vacunación de al menos el 95% en todas las regiones. Con la vacunación, no solo se protege a la población, sino que también se previenen futuras epidemias que podrían resultar mortales.