Según el prestigioso Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen), el primer trimestre de 2025 para Chile se presentará con un panorama de precipitaciones variado y preocupante. Mientras algunas regiones del país sufrirán una sequía severa, otras tendrán lluvias tanto por debajo como por encima de lo normal.

El informe también destaca que, en contraste, Centroamérica, Colombia, la región norte de la Amazonía y el sur de Brasil podrían experimentar precipitaciones superiores a las expectativas entre enero y marzo.

En particular, se pronostican condiciones de lluvias deficientes en el sur de Chile, la costa ecuatoriana y el centro-este de Brasil. Este fenómeno afectará especialmente desde el sur de la región del Maule hasta la región de Aysén, donde los registros de precipitación serán significativamente bajos. Por otra parte, la región de Arica y Parinacota hasta O'Higgins enfrentará una estación seca completa, con nula precipitación.

Aunque las noticias no son alentadoras, hay un rayo de esperanza en el altiplano. Entre Arica y Parinacota y Antofagasta, así como en el norte del Maule, se prevé que las lluvias sean superiores a lo normal para esta época del año, lo que podría proporcionar un alivio temporal a las comunidades afectadas por la sequía.

Estas predicciones resaltan la necesidad de que las autoridades de Chile se preparen adecuadamente para enfrentar las consecuencias de un clima irregular. Las sequías prolongadas y las fluctuaciones en las precipitaciones pueden tener un impacto negativo en la agricultura, lo que a su vez afecta a la economía local y la seguridad alimentaria. Los agricultores deben tomar medidas preventivas y adaptarse a estas nuevas condiciones climáticas para minimizar las pérdidas y asegurar el suministro de alimentos en el futuro.