Ciencia

¡Alerta Global! Impactantes cambios en el "glaciar del juicio final" en la Antártida que podrían afectar a millones

2024-09-20

El glaciar Thwaites, conocido como el "glaciar del juicio final", es el glaciar más ancho del planeta, con aproximadamente 120 kilómetros de anchura. Su ubicación se encuentra entre 50 y 100 kilómetros al este del monte Murphy, en la costa norte de la Antártida Occidental. Este glaciar tiene un papel crítico en el equilibrio del nivel del mar, y su deterioro podría tener consecuencias desastrosas para las poblaciones costeras en todo el mundo.

Un grupo de investigadores de Estados Unidos y el Reino Unido se ha unido en una iniciativa llamada “Colaboración Internacional del Glaciar Thwaites” (ITGC), utilizando barcos rompehielos y robots submarinos para investigar este glaciar. Sus hallazgos revelan que se está derritiendo a un ritmo acelerado, presentando un peligro inminente para el aumento del nivel del mar a nivel global.

Sorprendentemente, el doctor Rob Larter, un geofísico marino del Relevamiento Británico Antártico, informa que el glaciar Thwaites ha estado retrocediendo durante más de 80 años, pero se ha acelerado notablemente en los últimos 30 años. “Nuestros estudios demuestran que seguirá retrocediendo cada vez más rápido”, advierte Larter.

La magnitud de la amenaza es asombrosa: si el glaciar se derritiera completamente, el nivel del mar podría elevarse hasta en 65 centímetros. Sin embargo, su destrucción podría tener efectos aún más devastadores, ya que actúa como una barrera que retiene otras capas de hielo; su desaparición podría ser el catalizador para un aumento total del nivel del mar de más de 3 metros.

Durante una reciente reunión en Cambridge, los investigadores discutieron los resultados de ocho proyectos que finalizan el próximo año. A pesar de que algunos escenarios dramáticos de colapso total puedan ser poco probables en este siglo, la realidad es que se esperan cambios significativos.

Los modelos iniciales sugieren que en las próximas décadas Thwaites retrocederá de manera constante, contribuyendo a un aumento del nivel del mar de hasta 6 centímetros para finales de este siglo. Este aumento, aunque parezca pequeño, es una fracción significativa de los 38 a 77 centímetros que se esperan globalmente para el año 2100, según el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).

Incluso si las emisiones de gases de efecto invernadero se detuvieran de inmediato, el calentamiento previo y la respuesta lenta de la capa de hielo seguirían provocando un aumento del nivel del mar. El glaciólogo computacional Daniel Goldberg advierte que la situación sigue siendo crítica, considerando que el tiempo se está agotando para evitar un chaos climático.

Las proyecciones a largo plazo son sombrías. Un estudio reciente sugiere que, en el peor de los escenarios de emisiones, Thwaites y otras capas de hielo podrían llegar a colapsar para el año 2300, resultando en un aumento del nivel del mar de más de 4 metros. Esto transformaría las costas de muchas naciones y afectaría a millones de personas en todo el mundo.

Investigaciones en núcleos de hielo han revelado que hace unos 125,000 años, durante un período de temperaturas similares a las actuales, esta región perdió grandes cantidades de hielo. La historia geológica parece repetirse, y la dinámica de los glaciares de la Antártida Occidental hace temer un futuro incierto.

Desde la década de 1970, los investigadores han resaltado la vulnerabilidad de Thwaites, que se encuentra en una inmensa llanura por debajo del nivel del mar. La caída de su hielo hacia el océano podría provocar que aguas más cálidas corran hacia él, acelerando aún más su retroceso.

Para ahondar más en esta angustiante situación, dos de los proyectos del ITGC realizaron explosiones controladas para obtener datos del lecho rocoso utilizando ondas sísmicas. A pesar de los contratiempos derivados de la pandemia, el equipo cartografió una compleja mezcla de rocas y sedimentos bajo el glaciar que podría complicar aún más las predicciones sobre su deslizamiento.

Un estudio publicado en la revista Science Advances indica que la inestabilidad del glaciar no aumentaría inmediatamente al retroceder más allá de su zona de asentamiento, algo que podría proporcionar un alivio temporal. Pero, si el glaciar sigue presente en su forma actual, es probable que se mantenga delgado y evite colapsar, al menos hasta que se vea sometido a más presión por el retroceso de otros glaciares.

Ted Scambos, glaciólogo de la Universidad de Colorado, teme que la pérdida continua de hielo que se prevé durante el siglo XXII pueda llevar a un colapso generalizado de la capa de hielo de la Antártida Occidental en el siglo XXIII. Es momento de tomar acciones urgentes frente al cambio climático, y los modelos indican que una intervención climática inmediata podría mitigar parte de la crisis, aunque sus efectos tal vez no sean inmediatos. La pregunta permanece: ¿seremos capaces de actuar a tiempo?