Un reciente informe de Clean Label Project ha encendido las alarmas sobre la alarmante contaminación de metales pesados en los suplementos de proteína. El análisis reveló que casi el 50% de los polvos de proteína evaluados sobrepasan los límites de plomo y cadmio, metales que pueden tener efectos devastadores en la salud humana.

En total, se analizaron 160 productos de 70 marcas reconocidas, y los resultados son alarmantes: los polvos de proteína de origen vegetal y orgánico son los que presentan los niveles más altos de estos tóxicos. Sorprendentemente, las concentraciones de plomo en estos productos son tres veces superiores a las de aquellos de origen no orgánico.

Una de las conclusiones más preocupantes del estudio indica que los polvos saborizados con chocolate contienen niveles exorbitantes de metales pesados, hasta 110 veces más cadmio y cuatro veces más plomo en comparación con los sabores de vainilla. Esta información es crucial para quienes buscan una alimentación saludable y libre de tóxicos.

Cabe destacar que el plomo y el cadmio son metales altamente tóxicos. El plomo es conocido por causar problemas neurológicos y afectar gravemente el desarrollo en niños, mientras que el cadmio puede dañar órganos vitales como riñones y corazón, e incluso está clasificado como carcinógeno. La salud pública corre un grave riesgo, especialmente entre quienes consumen regularmente estos suplementos.

La contaminación de estos productos se debe, en gran medida, a las materias primas vegetales como la soya, el arroz y los guisantes, que absorbendo estos metales del suelo, especialmente en terrenos contaminados por actividades industriales. Esta situación es alarmante, pues pone de manifiesto la vulnerabilidad de nuestros alimentos a la contaminación ambiental.

El informe también hace hincapié en que, aunque los polvos de proteína de colágeno y suero de leche presentan menores niveles de contaminación, se registraron superaciones de los límites permitidos en el 26% y 28% de las muestras respectivamente. Esto indica que incluso en productos comunes, podrías estar ingiriendo sustancias nocivas sin darte cuenta.

En resumen, este estudio sugiere que los estándares actuales de producción orgánica no son suficientes para garantizar la seguridad de los consumidores, lo que plantea serias dudas sobre la calidad de los suplementos de proteína disponibles en el mercado. Si eres un habitual consumidor de estos productos, ¡es momento de revisar las etiquetas y elegir con cautela antes de que sea demasiado tarde!