LinkedIn ha estado utilizando inteligencia artificial para sugerir publicaciones que se ajustan a los intereses de los usuarios, aprendiendo de la información que comparten. Sin embargo, la plataforma ha sido criticada por no actualizar su política de privacidad para dejar claro cómo se utilizan estos datos.

La organización no lucrativa Open Rights Group (ORG) ha elevado una queja ante la Oficina del Comisionado de Información (ICO) en el Reino Unido, instando a una investigación sobre LinkedIn y otras redes sociales que recogen datos sin el consentimiento explícito de sus usuarios. Mariano delli Santi, responsable jurídico de ORG, declaró: “LinkedIn es la última empresa de redes sociales que procesa nuestros datos sin pedirnos nuestro consentimiento.”

Aunque LinkedIn ha defendido su estrategia, afirmando que recopila y utiliza datos para mejorar la plataforma y sus servicios, hay una preocupación creciente entre la comunidad de usuarios sobre la falta de transparencia y control sobre su información personal.

Actualmente, solo los usuarios en Estados Unidos pueden optar por excluir sus datos del uso de la IA de LinkedIn. Para aquellos usuarios, se deben seguir pasos específicos en la configuración de privacidad. Sin embargo, esta limitación ha generado un creciente malestar entre muchos otros usuarios de diferentes partes del mundo, quienes exigen igualdad en el control sobre sus datos.

Con la introducción de nuevas herramientas basadas en IA, LinkedIn pretende hacer que la búsqueda de empleo sea más sencilla y menos frustrante. Por ejemplo, los usuarios ahora pueden buscar ofertas de trabajo utilizando comandos conversacionales. Frases como “encuentra un trabajo de marketing que sea completamente remoto y ofrezca un salario mínimo de $100.000 al año” son algunas de las nuevas funcionalidades que prometen agilizar el proceso.

Además, cuando un usuario encuentra una oferta de su interés, LinkedIn ofrece un asistente de IA que genera cartas de presentación personalizadas basadas en la experiencia del candidato y los requisitos del puesto, facilitando aún más el proceso de aplicación.

Sin embargo, es crucial recordar que el entrenamiento de una inteligencia artificial depende de la calidad de los datos que recibe. La IA aprende a partir de patrones y conexiones en los datos proporcionados; por lo tanto, si se utiliza información sesgada o no representativa, puede perpetuar comportamientos injustos y erróneos.

Como conclusión, aunque LinkedIn promete revolucionar la búsqueda de trabajo con estas nuevas tecnologías, el uso de IA sin el consentimiento adecuado de los usuarios podría resultar en un gran escándalo legal que afecte a millones de personas. La comunidad de usuarios debe estar atenta y exigir cambios que garanticen la protección de sus derechos y datos personales.