En una sorprendente actualización económica, la inflación en Argentina se desaceleró en octubre hasta un 2,7% intermensual, representando la tasa más baja en los últimos tres años. Este dato, presentado por el Gobierno de Javier Milei, se sigue enmarcando como una victoria, aunque el país cerrará este 2023 con una inflación acumulada que superará el 100%.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el índice de precios al consumidor (IPC) se ubicó en octubre en un preocupante 193% interanual, marcando la sexta desaceleración consecutiva. A pesar de estas mejoras, muchos economistas advierten que la situación sigue siendo crítica.

En octubre, los precios al consumidor crecieron un 2,7% en comparación con septiembre, lo que indica una desaceleración desde la tasa mensual del 3,5% registrada en septiembre. Este índice mensual es el más bajo desde noviembre de 2021, cuando se observó una variación del 2,5%. Sin embargo, las comparaciones con tasas elevadas anteriores, como el 25,5% en diciembre y el 20,6% en enero de este mismo año, son alarmantes.

La caída en los precios se ha visto favorecida por la abrupta devaluación del peso argentino, una medida adoptada por el Gobierno de Milei al iniciar su mandato en diciembre de 2023. Junto con un conjunto de políticas económicas ultraliberales, esto ha llevado a un ajuste fiscal y monetario que ha devastado el consumo y, como consecuencia, la demanda.

La tasa de variación mensual de octubre se alinea con el término 'inflación inducida', que Milei ha utilizado en sus discursos. Este término se refiere a la devaluación del tipo de cambio oficial, fijado en el programa económico del Gobierno, que se sitúa en un 2% mensual, más las presiones de la inflación internacional.

De acuerdo con pronósticos privados recientes obtenidos por el Banco Central, se estima que la variación mensual de la inflación será del 2,9% en noviembre y del 3,2% en diciembre. Con estos números, se anticipa que la inflación acumulada para este año sea del 120%, un descenso significativo desde el 211,4% en 2023, que fue una de las más altas a nivel mundial según el Fondo Monetario Internacional.

Sin embargo, el Gobierno ha propuesto una pauta presupuestaria de inflación del 18,3% para el próximo año, lo que muchos economistas consideran un objetivo poco realista. Los consultores privados estiman un aumento más pronunciado, alcanzando cifras promedio del 31,4% en 2025.

En resumen, aunque la disminución de la inflación es un signo alentador, los desafíos económicos en Argentina aún son monumentalmente abrumadores. ¿Podrá el Gobierno sostener esta tendencia a la baja, o estamos mirando solo una calma temporal en una tormenta económica? La incertidumbre continúa reinando en el futuro inmediato del país.