El Centro de Integración de Datos (CID) ha confirmado que la cifra de víctimas mortales tras el desastre causado por la DANA se mantiene en 214. Sin embargo, es preocupante que en las 48 horas recientes no se haya recuperado ninguno de los cuerpos, a pesar de los incansables esfuerzos de los equipos de búsqueda, quienes continúan rastreando barrancos, riberas, l'Albufera, playas y, el fondo marino de la costa valenciana.

En una noticia esperanzadora, el número de desapariciones activas ha disminuido de 32 a 23 en solo un día. Esta reducción se debe a seis nuevas identificaciones y la reactivación de tres casos, donde los individuos reportados como desaparecidos han sido encontrados sanos y salvos, aunque no se había notificado a las autoridades correspondientes.

De los 214 fallecidos, 211 ya han sido identificados: 166 mediante huellas dactilares, 42 a través de ADN y 3 por identificaciones hospitalarias. Esto significa que actualmente hay solo tres cuerpos sin identificar en la morgue de Feria València, donde ya se han realizado autopsias. Aunque se sospecha de quiénes podrían ser, la identificación oficial depende de los resultados de pruebas científicas cruciales.

De confirmarse que los cuerpos no identificados pertenecen a las 23 personas desaparecidas, la cifra real de desaparecidos podría ser aún más alarmante, ya que significaría que estos individuos han estado en paradero desconocido desde el trágico evento.

La urgencia en los trabajos de rescate es palpable, con los equipos trabajando contrarreloj para localizar a las personas que aún no han sido halladas. A la fecha actual, 167 cadáveres han sido entregados a sus familias para que puedan realizar las ceremonias funerarias necesarias, pero el impacto de esta tragedia ha dejado a la comunidad en un estado de dolor y desesperación.

El CID juega un papel fundamental en la coordinación y supervisión de los informes de identificación de las víctimas, garantizando que cada caso sea tratado con el debido proceso. Sin embargo, el mayor temor persiste: la posibilidad de que aún haya personas desaparecidas que no hayan sido denunciadas, especialmente en casos de personas sin hogar o con poco apoyo familiar, situación que podría complicar aún más la búsqueda y recuperación de las víctimas.

Esta tragedia no solo ha conmovido a la comunidad local, sino que ha generado ondas de solidaridad en todo el país. Con cada día que pasa, se intensifica la esperanza de que se logre sanar a las familias afectadas y se haga justicia por las vidas perdidas.