Este jueves, el Real Madrid, dirigido por Pau Quesada, se enfrentó a una prueba decisiva en Alemania y se llevó una victoria muy necesaria. Tras un comienzo de liga complicado, donde acumularon una derrota y un empate, los merengues ahora se encuentran a cinco puntos del Barcelona, que domina las competiciones nacionales desde hace cinco años.

El rival, el Eintracht Frankfurt, ocupa el 22º lugar en el ranking UEFA, mientras que el Madrid está en la novena posición. Con un marcador de 1-2, el equipo español respira algo más tranquilo de cara al partido de vuelta la próxima semana en la última ronda de clasificación de la Champions. Asegurarse un lugar en la Liga de Campeones esta temporada es crucial para el club, que ya ha superado cuatro eliminatorias en sus anteriores participaciones.

La llegada del Madrid a tierras alemanas estuvo marcada por la presión de necesitar un buen resultado, y la dirección de Quesada se notó con un 4-1-4-1 que dejó a Misa Rodríguez, la portera habitual, en el banquillo. Esta decisión implica un cambio significativo, ya que la guardameta había estado en el equipo desde su creación en 2020. Con un centro del campo formado por Toletti, Angeldahl y Däbritz, y la velocidad de Athenea y Linda Caicedo en las alas, el equipo se mostró ofensivo desde el primer momento.

La primera gran ocasión llegó rápidamente, cuando Angeldahl abrió el marcador después de que Caicedo estrellara un tiro en el travesaño. La mediocampista sueca, aprovechando el rechace, no se lo pensó dos veces y con una volea perfecta colocó el balón junto al palo derecho del portero Altenburg.

El Madrid mantuvo un bloque sólido durante el primer tiempo, aunque la falta de ritmo y claridad en el último tercio hizo que, a ratos, se sintieran presionados. En un momento crucial, otra jugada entre Linda y Athenea permitió que Bruun ampliara la diferencia tras un rechace en una jugada de esquina.

El Eintracht, debilitado por bajas importantes, comenzó a intensificarse hacia el final del primer tiempo, logrando el 1-2 en una jugada que culminó con un cabezazo de Anyomi tras un centro preciso de Luhrssen.

Durante la segunda parte, Quesada introdujo a varios jugadores frescos, pero el Madrid se vio nuevamente acorralado por un Eintracht que luchaba por igualar. Frohms, la portera madridista, hizo una parada espectacular para evitar un tanto de Memeti, mientras que el poste salvó al equipo de un empate inminente tras un cabezazo de Ilestedt.

Con el tiempo en su contra, Bruun tuvo la oportunidad de sentenciar el partido, pero su cabezazo se fue al palo. Ahora el Real Madrid deberá concentrarse en completar la tarea en el Di Stéfano, donde se enfrentarán a un Eintracht Frankfurt con una rica historia en competiciones europeas. Si logran pasar esta eliminatoria, sería la quinta vez consecutiva que el club se clasifique para la Champions.