Introducción

La tuberculosis bovina es una enfermedad crónica y progresiva que afecta principalmente a los pulmones de los animales. Su detección temprana es crucial, ya que tras la infección inicial puede haber un periodo asintomático donde el progreso de la enfermedad varía dependiendo de la interacción entre el patógeno, Mycobacterium bovis, y los mecanismos de defensa del huésped.

Impacto en la salud animal y económica

Esta enfermedad no solo plantea un grave riesgo para la salud animal, sino que también representa un peligro para la salud humana y toca las fibras económicas de la ganadería, afectando las poblaciones de búfalos mediterráneos, una especie valorada en diversas regiones de España e Italia.

Estudio innovador

Un reciente estudio innovador, en el que participaron destacados investigadores italianos y españoles, como el veterinario Javier Bezos del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (Visavet) de la Universidad Complutense de Madrid, destaca el potencial del ensayo de IFN-γ para diagnosticar la infección por M. bovis en búfalos mediterráneos (Bubalus bubalis).

Resultados del estudio

Los resultados del estudio mostraron la eficacia de las citocinas inmunes claves como biomarcadores diagnósticos. Se trabajó con 36 búfalos mediterráneos italianos, clasificando a los animales en tres grupos: 11 sanos, 14 infectados (positivos en el ensayo de IFN-γ sin lesiones post-mortem) y 11 afectados (positivos en IFN-γ con lesiones visibles).

Metodología

Las muestras de sangre heparinizadas fueron estimuladas con un derivado proteico purificado bovino (PPD-B) y, entre 18 y 24 horas después, se recogió plasma para analizar. Los hallazgos revelaron que tanto los búfalos infectados como los afectados presentaron niveles significativamente más altos de 7 de las 14 citocinas estudiadas en respuesta a PPD-B, en comparación con aquellos que estaban sanos.

Hallazgos adicionales

Adicionalmente, se descubrió que los animales infectados con Mycobacterium bovis mostraron una liberación notablemente superior de dos citocinas (IL-1β e IP-10) en respuesta a PPD-B, en comparación con los sanos. En los animales afectados, la respuesta fue menos pronunciada, limitándose a la liberación de una sola citocina (MIP-1α).

Conclusiones y futuro

Este avance en el diagnóstico no solo es prometedor, sino que también puede tener un impacto significativo en la gestión y control de la enfermedad en la fauna ganadera. Los veterinarios están cada vez más optimistas en que la detección temprana pueda no solo salvaguardar la salud animal, sino también proteger a los consumidores y fortalecer la economía local. ¡Un gran paso hacia un futuro más saludable y rentable para la ganadería!