La nueva DANA, que amenaza con provocar lluvias persistentes y torrenciales a partir de este miércoles, está causando gran preocupación entre los alcaldes de l’Horta, especialmente tras el desbordamiento del barranco del Poyo el pasado 29 de octubre. El principal riesgo radica en los colectores de evacuación de pluviales, que en muchos puntos permanecen taponados por barro, lodo y otros escombros arrastrados por el torrente de agua.

Hoy, se celebró una reunión de emergencia entre los consistorios afectados y la Diputación de Valencia, donde la limpieza urgentísima de los colectores ha sido el tema central del debate. Entre los presentes, destacó la participación del conseller Vicente Martínez Mus, encargado de las depuradoras de aguas residuales, quien subrayó la gravedad de la situación.

En la reunión, los alcaldes discutieron los riesgos, particularmente los sanitarios, que podría acarrear el colapso de los colectores en sus localidades. El temor a una crisis de salud pública es inminente si no se actúa con rapidez. Se acordó la necesidad urgente de maquinaria adecuada para desatascar los colectores más obstruidos, donde se han acumulado piedras, troncos grandes y barro. La cantidad de camiones necesarios para esta labor podría llegar a ser de hasta 150, lo cual subraya la magnitud del problema.

Además, se planea coordinar esfuerzos entre los pueblos para optimizar los recursos y asegurar que la limpieza se realice de forma eficiente antes de que lleguen las lluvias intensas. Sin duda, esta situación pone en jaque no solo la infraestructura local, sino también la seguridad y salud de los vecinos. La comunidad se encuentra a la espera de decisiones rápidas y efectivas que minimicen los daños que la DANA podría ocasionar.