El diagnóstico de cáncer es un momento crítico que capta toda la atención de médicos y pacientes. Sin embargo, los expertos en cardiooncología de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) enfatizan que la salud cardíaca y cardiovascular debe integrarse en el plan de tratamiento desde el inicio para lograr los mejores resultados posibles.

Con el envejecimiento de la población y el aumento de diagnósticos de cáncer, hay un número creciente de pacientes que sufren efectos secundarios cardiovasculares relacionados con los tratamientos oncológicos. Para abordar esta creciente preocupación, la ESC ha anunciado una conferencia dedicada a la cardiooncología, la ESC Cardio-Oncology 2025, que tendrá lugar en Florencia, Italia, del 20 al 21 de junio de 2025.

Investigaciones anteriores publicadas en el European Heart Journal sugieren que aproximadamente un 32% de los pacientes experimentan toxicidades leves que podrían intensificarse si no se les presta la debida atención. Alarmantemente, un 3% de estos pacientes desarrollan toxicidades moderadas y otro 3% enfrenta toxicidades severas. La doctora Teresa López-Fernández, del Hospital Universitario La Paz en Madrid y copresidenta del Grupo de Trabajo de Guías de Cardio-Oncología de la ESC, explica: “Nuestro principal objetivo es reducir la carga de enfermedades cardiovasculares en pacientes oncológicos, permitiéndoles recibir la mejor terapia con la mínima interrupción y efectos secundarios.”

La creciente población de sobrevivientes de cáncer y el aumento de pacientes mayores de 65 años que requieren tratamiento crónico plantean un posible escenario de 'epidemia' en cardiooncología, advierte el Dr. Alexander Lyon, del Royal Brompton Hospital en Londres. El alto índice de enfermedades cardiovasculares inducidas por tratamientos oncológicos en estas poblaciones es una preocupación que ha llevado a la ESC a establecer el Consejo de Cardiooncología en 2018, un organismo multidisciplinario enfocado en la prevención, diagnóstico y tratamiento de estas complicaciones.

A mediados de 2022, se publicaron las primeras directrices de práctica clínica sobre cardiooncología, que incluyen pautas para evaluar el riesgo de toxicidad cardiovascular, implementar estrategias preventivas en pacientes de alto riesgo y utilizar técnicas avanzadas de imagen cardíaca para monitorear los efectos del tratamiento contra el cáncer.

Además, se subrayan las técnicas de manejo temprano de posibles toxicidades cardíacas para asegurar que el tratamiento del cáncer pueda continuar en aquellos pacientes cuya toxicidad cardiovascular sea manejable. Los equipos de cardiooncología trabajan en conjunto para diseñar eficaz escudos protectores que salvaguarden la salud del corazón de los pacientes oncológicos.

Las guías detalladas también abordan la toxicidad cardiovascular asociada a tratamientos oncológicos, mencionando condiciones como disfunción cardíaca, arritmias y trombosis. Si se evidencia una disfunción cardíaca, se subraya la necesidad de que los equipos de cardiología y oncología evalúen cuidadosamente los pros y contras de continuar o interrumpir el tratamiento del cáncer. La misión del Dr. Lyon y su equipo es garantizar que los pacientes reciban una atención óptima, evitando interrupciones en su tratamiento oncológico por problemas cardiovasculares evitables.

Las directrices también contemplan poblaciones necesitadas de atención especial, como niños, adolescentes, y mujeres embarazadas con cáncer, destacando que, conforme la población mundial envejece, veremos un aumento de casos de cáncer y, con ello, de efectos secundarios relacionados.

Con la llegada de la primera conferencia de cardiooncología de la ESC, los expertos se unen para compartir conocimientos, abordar estos desafíos y asegurar que cada paciente con cáncer reciba el tratamiento más seguro y eficaz posible. La atención a la salud cardíaca es ahora más crucial que nunca.