En medio de la conmoción nacional provocada por el atentado contra un mercadillo navideño en Magdeburgo que dejó cinco muertos y alrededor de 200 heridos, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, se dirigió a la nación en su tradicional discurso navideño. En sus palabras, instó a los ciudadanos a no dejarse dominar por el miedo, enfatizando la importancia de la unidad en tiempos de crisis.

"A muchos estas Navidades les pesa el corazón. Muchos están conmocionados y se sienten inseguros. Todas estas emociones son comprensibles, pero no deben paralizarnos", declaró Steinmeier, recordando que el odio y la violencia nunca deben triunfar.

El presidente subrayó que la cohesión social es una característica esencial de Alemania. Hizo un llamado a actuar frente a los desafíos que enfrenta el país, que incluyen insatisfacción con la política, la economía y las injusticias sociales. Afirmó que los problemas no son intercambiables ni pueden ignorarse como si fueran regalos no deseados; es necesario hablar abiertamente sobre lo que no funciona y proponer soluciones.

"Desafíos que no se pueden descambiar"

Steinmeier alentó a los ciudadanos a tener esperanza y a confiar en que las fortalezas del pasado pueden ayudar a superar la presente crisis. Reiteró su convicción de que la democracia alemana sigue siendo fuerte e hizo mención del 75º aniversario de la Constitución del país, un hito importante que resalta el valor de los principios democráticos.

A pesar de la crisis política actual, tras la pérdida del voto de confianza del canciller Olaf Scholz y la ruptura de la coalición tripartita en noviembre, el presidente instó a mantener la calma. "Aunque un gobierno haya llegado a su fin antes de lo esperado, no es el fin del mundo. Este proceso está contemplado en la Constitución", aseguró, refiriéndose a la posibilidad de elecciones anticipadas, que podrían celebrarse el 23 de febrero. Esta fecha ha sido acordada entre el gobierno y la oposición, y se espera que el anuncio oficial del presidente ocurra después de las festividades.

La tragedia que impactó a la nación no solo ha generado un ambiente de incertidumbre, sino que también ha resuelto a los alemanes a unirse y a trabajar hacia un futuro más seguro y cohesionado. La frase de Steinmeier resonará en muchos corazones: "No permitamos que el miedo nos paralice. Juntos, somos más fuertes".