El mundo del baloncesto femenino se estremeció este sábado con un incidente desafortunado que tuvo como protagonista a la dominicana Ángela Jiménez, jugadora del Hierros Díaz Miralvalle Plasencia en la Liga Femenina 2. Durante el segundo cuarto del enfrentamiento contra el Esco Grupo Femenino Alcorcón, Jiménez sufrió un golpe en la cabeza que en un principio parecía menor, pero que rápidamente se tornó en una grave situación médica.

Pese al impacto, Ángela mantuvo su participación en el partido, que estaba muy reñido al mostrar un marcador de 28-25. Sin embargo, comenzó a sentirse mal poco después y, en un giro alarmante de los acontecimientos, colapsó en el suelo, provocando la preocupación inmediata de sus compañeras de equipo y de las jugadoras rivales.

El equipo médico presente en el estadio actuó rápidamente, brindándole primeros auxilios sobre la pista y asegurándose de que no perdiera la respiración. No obstante, a pesar de su atención inicial, el estado de Jiménez se deterioró de manera alarmante, lo que llevó a su traslado al hospital de Plasencia y, posteriormente, a otro centro médico en Cáceres, donde se le realizó una operación de urgencia.

Este incidente ha generado una ola de solidaridad en las redes sociales, donde muchos aficionados y deportistas han expresado sus deseos de pronta recuperación a la jugadora. Además, se ha abierto un debate sobre la seguridad en el deporte y la importancia del seguimiento médico exhaustivo en situaciones de riesgo, especialmente en deportes de contacto.

Las autoridades de la Liga Femenina 2 también han comenzado a considerar mejoras en las normativas de seguridad y formación para entrenadores y personal médico asociado a los equipos, con el fin de evitar sucesos similares en el futuro. Este trágico evento nos recuerda la fragilidad de la salud en el deporte y la necesidad de estar siempre atentos a la salud de los atletas.