La controversia había comenzado desde la Supercopa, y en Lisboa, el entrenador Flick tomó una decisión arriesgada al alinear a Wojciech Szczesny como titular, dejando a Iñaki Peña en el banquillo. Sin embargo, esta elección podría convertirse en un gran error para el técnico alemán, dado que el portero polaco fue culpable directo de dos goles del Benfica. En su primera gran intervención, Szczesny salió de manera inadecuada, fallando en el despeje y casi lesionando a Balde con un rodillazo. Unos minutos más tarde, una salida igualmente desafortunada resultó en un penalti, que desembocó en el tercer gol del Benfica.

Se dice que lo que funciona no hay que tocarlo, pero Flick decididamente ignoró esta premisa. No había justificación para dejar a Iñaki Peña fuera del once inicial, y el rendimiento de Szczesny no estuvo a la altura. Por supuesto, el polaco tuvo su momento de redención al realizar una espectacular parada en un uno contra uno frente a Di María en el minuto 88. Este momento encendió la chispa en el Barça y, posteriormente, Eric y Raphinha marcaron sendos goles, demostrando que este equipo no se rinde y pelea hasta el final, transformándose en Europa después de enfrentar adversidades.

Mientras tanto, en el lado contrario, el lateral izquierdo del Benfica, Álvaro Carreras, dejó claro por qué muchos clubes europeos le están siguiendo. A los dos minutos, inició una galopada por su banda que culminó en un pase para Paulidis, quien anotó el primer gol, convirtiéndose en una pesadilla para Jules Koundé. Carreras es sin duda un talento prometedor que dará mucho de qué hablar en el futuro.

En el aspecto goleador, Robert Lewandowski sumó dos penaltis a su cuenta, logrando así marcar más goles en esta temporada que en toda la anterior. A pesar de haber comenzado con altibajos, el delantero polaco sigue siendo clave para el Barça, mostrando su capacidad de recuperación y su instinto goleador.

La noche no fue la mejor para los porteros. Mientras Szczesny concedió goles en la primera mitad, el portero del Barça, Trubin, no quiso quedarse atrás en la segunda mitad. En el minuto 64, cometió un grave error al despejar un balón que terminó en el pie de Raphinha, quien lo aprovechó para sumar otro gol a su cuenta.

Sin embargo, el Barça tuvo la mala suerte de encajar goles de manera desafortunada en el Estadio da Luz. Si la primera mitad fue un regalo de Szczesny, en la segunda, Araujo cometió un error al intentar desviar un balón que iba directo a su portero, terminando en su propia red. Una noche llena de sorpresas y lecciones difíciles, pero el Barça demostró, una vez más, que nunca se rinde.