Una impresionante bola de fuego cruzó el cielo nocturno de Toledo y Madrid, capturando la atención de miles de testigos. Este fenómeno se debió a un meteoroide que se desprendió de un asteroide, según el análisis del astrofísico José María Madiedo, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IIA-CSIC).

El meteoroide ingresó a la atmósfera terrestre a una velocidad vertiginosa de aproximadamente 51.000 kilómetros por hora, lo que provocó su combustión y generó una brillante bola de fuego. Este espectáculo luminoso apareció inicialmente a 81 kilómetros sobre Villasequilla de Yepes (Toledo) y continuó su trayectoria hacia el norte, extinguiéndose a 38 kilómetros de altitud sobre la zona de Fuentelareina en Madrid.

Lo más asombroso es que, a lo largo de su recorrido, el meteoroide atravesó aproximadamente 70 kilómetros, desintegrándose completamente en la atmósfera sin dejar residuos en la superficie terrestre. Sin embargo, el fenómeno estuvo acompañado de varias explosiones provocadas por la ruptura del meteoroide, aumentando su luminosidad, y en algunos momentos fue tan brillante que pudo ser observado desde más de 600 kilómetros de distancia. Esto fue documentado en grabaciones realizadas por Antonio García desde la estación de la Red Swemm en el Faro de Cullera (Valencia).

El evento fue monitoreado por el Proyecto Smart del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y coordinado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía, que tiene como misión detectar y analizar los impactos de rocas del Sistema Solar en la atmósfera terrestre. Observatorios en Almería, Sierra Nevada, Sevilla, La Sagra (Granada), Huelva y Olocau (Valencia) también registraron este emocionante suceso.

Este fenómeno no solo es un recordatorio de la belleza del universo, sino que también proporciona valiosa información sobre la composición de nuestro sistema solar. ¡Mantente alerta, porque en el cielo pueden ocurrir más sorpresas espectaculares en cualquier momento!