La Major League Soccer (MLS) continúa su lucha por establecer un sentido de pertenencia en Estados Unidos. Aunque el fútbol, o soccer, no es considerado el deporte rey en el país, ha ido ganando un número creciente de seguidores gracias a su atractivo creciente y a eventos destacados. La llegada de figuras icónicas como Lionel Messi, Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba al Inter Miami ha sido clave en este aumento de popularidad, extendiendo su influencia más allá de Florida.

En un reciente encuentro entre el New York City FC y el Inter Miami, la afición local decidió manifestar su entusiasmo y, al mismo tiempo, su descontento, mediante un tifo que captó la atención de todos. Mientras que Messi fue recibido como una verdadera estrella de rock, llenando las gradas con camisetas rosas, los seguidores del equipo neoyorquino querían recordar la importancia del apoyo a los equipos locales por encima de las estrellas individuales.

El tifo representaba a Messi y una silueta de Barbie, con la frase impactante “100% plástico”, y complementado con mensajes como “no seas de plástico”, “Miami fan”, y un contundente “apoya a tu equipo local”. Este gesto revela una preocupación por la tendencia a idolatrar a los jugadores en lugar de apoyar el colectivo y las comunidades que representan.

Este fenómeno no es exclusivo del fútbol. En la NBA, por ejemplo, muchos aficionados en España siguen la carrera de LeBron James o Pau Gasol, y en la NFL, el legado de Tom Brady ha dejado huella. Esta tendencia de seguir a las estrellas, en vez de a los equipos, plantea la pregunta sobre cómo las ligas estadounidenses pueden construir una cultura futbolística sólida en un entorno donde la atención se centra más en los nombres que en las dinámicas de los equipos.

A pesar de que la MLS ha intentado mejorar su imagen a través de la transmisión de sus partidos por Apple TV y la incorporación de figuras de renombre mundial, el desafío persiste. Aunque la liga muestra signos de crecimiento, el público todavía no siente una conexión tan fuerte con el fútbol como con otros deportes más populares en el país.

La afición del New York City envía un mensaje claro: se necesita trabajar para establecer una cultura futbolística auténtica que valore el colectivo y los equipos locales. Mientras este enfoque siga siendo eclipsado por el glamour de las estrellas, la MLS deberá continuar su misión de involucrar a los aficionados en un nivel más profundo y significativo.