Tecnología

Un millón de kilómetros sin repostar: ¿Por qué no hay vehículos de torio, el "combustible del futuro"?

2024-09-17

"Si tuvieras un coche propulsado por torio, nunca tendrías que repostar". Esta afirmación ha capturado la imaginación de muchos, sobre todo con el concepto del Cadillac World Thorium Fuel (WTF). Sin embargo, este vehículo fue solo una creación artística de Loren Kulesus, diseñada hace 15 años durante el centenario de Cadillac, y no tiene fundamento técnico en la actualidad.

El Cadillac WTF prometía un impresionante rendimiento, sugiriendo que el exceso de electricidad generada por su reactor de torio podría usarse para abastecer energía a hogares o cargar otros dispositivos eléctricos. Su concepto presentaba un reactor nuclear de torio que almacenaría grandes cantidades de energía en pequeñas cantidades, dada la alta densidad energética del torio comparado con otros combustibles.

El torio, un metal radiactivo ligeramente más abundante que el uranio, ha sido visto como una alternativa viable. Pero a pesar de su potencial, su uso se ha limitado prácticamente a China, que ha comenzado a investigar su aplicación en energía nuclear.

En 2011, Laser Power Systems, una empresa estadounidense, propuso un sistema innovador que impulsaría vehículos eléctricos usando láseres de torio. La idea era convertir la energía del torio en vapor a través de agua, utilizando mini-turbinas para generar electricidad. Aunque nunca prosperó, el proyecto dejó cifras llamativas que alimentaron la fascinación por los coches de torio, sugiriendo que un gramo de torio equivale a la energía de 28,000 litros de gasolina y que ocho gramos permitirían recorrer más de un millón y medio de kilómetros.

Sin embargo, la credibilidad de Laser Power Systems fue cuestionada, dado el historial de su CEO y la falta de presencia física de la empresa. Las cifras presentadas generaron escepticismo, ya que aunque el torio contiene energía significativa, esta se libera de manera muy lenta, lo que limita la potencia útil.

La realidad es que la industria del torio aún no está tan desarrollada y está sujeta a estrictas regulaciones debido a sus propiedades radiactivas. La idea de introducir un reactor nuclear en vehículos comunes plantea desafíos tecnológicos y de seguridad enormes, como la necesidad de miniaturizar tecnología nuclear y asegurar protección contra radiación en caso de accidentes.

Por ahora, el torio parece ser mejor utilizado en la propulsión espacial. La NASA ha investigado sistemas de propulsión nuclear para misiones de largo alcance. Sin embargo, estos estudios se centran principalmente en uranio enriquecido y no en torio, no porque no tenga potencial, sino por la complejidad y los retos de seguridad involucrados.

Así que, aunque los sueños de coches que nunca necesiten repostar pueden parecer fascinantes, la realidad actual es que el camino para hacer de los vehículos de torio una opción viable está plagado de obstáculos. La pregunta sigue en el aire: ¿Estamos realmente listos para llevar la energía nuclear a nuestras carreteras?