Tener un yate es un lujo que muchos millonarios se permiten, pero para Clyde Stires, un estadounidense promedio, eso no era una opción. Mientras que figuras como Jeff Bezos y Mark Zuckerberg invierten sumas exorbitantes en embarcaciones lujosas, Clyde tomó un camino alternativo: decidió construir su propio yate desde cero en su hogar de California.

Clyde Stires, originario de Missouri y radicado en Perris, California, comenzó su travesía hacia el mar a raíz de una profunda pasión por la construcción y el diseño. Desde niño, aprendió a manejar herramientas, lo que lo llevó a crear vehículos personalizados en su tiempo libre. Su afición fue creciendo a lo largo de los años; la década de 1970 lo vio transformar un autobús de dos pisos en una impresionante caravana. Todo este conocimiento lo motivó a emprender el mayor desafío de su vida: un catamarán de 27,86 metros.

La falta de recursos no detuvo a Clyde, quien realizaba cuidadosamente bocetos y cálculos antes de iniciar su monumental proyecto en 1987. Optó por Perris por su clima cálido y seco, ideal para la construcción de un barco que resistiera al tiempo. Su avance fue notorio y, con el paso de los años, los habitantes de la zona comenzaron a preguntarse qué sucedía con ese gigantesco yate que crecía día a día. Clyde recuerda con nostalgia a algunos curiosos que paraban a preguntar sobre su obra maestra en construcción.

El proceso de edificación del yate, al que nombró Kaleidoscope, fue un verdadero reto. Stires tuvo que aprender a soldar, manejar el cableado, instalar sistemas hidráulicos y motores. Después de años de arduo trabajo y dedicación, el barco fue finalmente botado en 1994. Sin embargo, la odisea no terminó allí; Kaleidoscope fue robado por un cártel en Puerto Vallarta, México, aunque finalmente fue recuperado por las autoridades. A pesar de la recuperación del yate, los complicados trámites para llevarlo de regreso a Estados Unidos convencieron a Clyde de venderlo.

Hoy, Kaleidoscope navega nuevamente, pero esta vez como parte de una flota de alquiler de yates, ofreciendo todo el lujo y comodidad para quienes buscan una experiencia memorable en el agua. Sus nuevos propietarios han apodado a la embarcación "la limusina del mar", usándola para toda clase de eventos privados y celebraciones.

La historia de Clyde Stires es un verdadero testimonio de que la pasión y la dedicación pueden superar cualquier obstáculo, y que incluso los sueños parecen inalcanzables, siempre hay un camino hacia hacerlos realidad.