El pasado sábado, la princesa Teodora de Grecia unió su vida en matrimonio con el abogado estadounidense Matthew Kumar en una ceremonia mágica en la catedral Metropolitana de Atenas. Esta esperada celebración se había pospuesto hasta en tres ocasiones desde que la pareja se comprometió en 2018, debido a diversas circunstancias.

Para este día tan señalado, Teodora eligió a la renombrada diseñadora griega Celia Kritharioti, quien no solo creó el impresionante vestido de novia, sino también un elegante diseño para la fiesta preboda y un coqueto minivestido que lució tras la ceremonia, aunque fotos de este último aún no han sido publicadas.

Celia Kritharioti expresa su emoción al haber vestido a la última princesa de esta histórica familia: “Es un verdadero honor saber que este vestido permanecerá atesorado para generaciones futuras, especialmente en una época donde la artesanía está en peligro de desaparecer”, declaró a la revista Vanity Fair.

El desarrollo del vestido nupcial comenzó en 2019, cuando Teodora se puso en contacto con Kritharioti. A pesar de los retrasos, una vez que la boda se confirmó para 2023, la princesa y la diseñadora trabajaron arduamente en el diseño. Según Kritharioti, “El vestido tardó aproximadamente un año en completarse, ya que Teodora residía en Los Ángeles y viajaba a Atenas para las pruebas”.

El vestido de novia es una obra maestra elaborada con delicado encaje francés, adornado con más de 500.000 cristales de Swarovski y detalles pintados a mano, incluyendo un romántico escote bardot. “El bordado fue uno de los elementos que más trabajo requirió, con intrincados motivos florales inspirados en patrones reales de varios siglos atrás. Un equipo dedicado de seis costureras y cuatro artesanos tardó alrededor de 1.200 horas en finalizar el vestido, perfeccionando cada detalle en numerosas pruebas para lograr el equilibrio perfecto entre brillo y sofisticación”, explica Kritharioti con orgullo.

Un detalle conmovedor es que Teodora llevó un velo histórico que ha adornado a cuatro reinas de la dinastía: su madre, Ana María de Grecia, y las reinas Margarita y Mary de Dinamarca. Este velo, hecho de encaje de Carrickmacross, está bordado con elegantes motivos florales que incluyen lirios y tréboles.

Para la fiesta preboda, la princesa mostró su estilo con un vestido satinada que dejaba entrever su figura de manera sofisticada, presentado con un llamativo lazo en la espalda que robó todas las miradas. Los asistentes también elogiaron su minivestido posterior, que dejaba al descubierto sus hombros y estaba decorado con cristales de Swarovski y flores bordadas. La boda de Teodora y Matthew no solo fue un hecho significativo para la realeza griega, sino también un ejemplo brillante de la moda nupcial contemporánea.

Con tales elecciones de vestuario, Teodora ha dejado claro que no solo es una princesa por su sangre, sino también por su impresionante sentido de la moda y la herencia cultural. ¡Una celebración digna de cuento de hadas!