En un contexto donde el cambio climático y los retos urbanos parecen amenazar la esencia de nuestras ciudades costeras, surge la imperante necesidad de construir un corredor mediterráneo que no solo resista estas adversidades, sino que también se adapte y evolucione. Este ambicioso objetivo fue el eje central discutido en la segunda edición del Foro económico y social del Mediterráneo, organizado por La Opinión de Málaga.

Este foro reunió a un panel de expertos, quienes debatieron sobre cómo los núcleos urbanos mediterráneos deben afrontar desafíos como la movilidad, el cambio climático, y la gestión de la vivienda para atraer talento y turismo.

La ciudad mediterránea del futuro debe ser un lugar que responda a las necesidades actuales y aproveche las oportunidades que presenta su entorno. Con cada nuevo encuentro en primavera, se explorarán diversas temáticas específicas que van desde la economía azul en Barcelona hasta el análisis de la sequía en Murcia, pasando por la movilidad en Valencia y el impacto del cambio climático en el turismo en Mallorca.

El panel de expertos contó con la participación del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y otros destacados profesionales, quienes compartieron sus visiones sobre el futuro urbano de la región. Entre los puntos más preocupantes tratados, destaca el cambio climático. La profesora de la Universidad de Málaga, María Jesús Perles, advirtió que las ciudades del Mediterráneo se enfrentan a riesgos sin precedentes como inundaciones y olas de calor, factores que están exacerbados por el calentamiento global.

Uno de los ejemplos más recientes es la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó gravemente a Valencia, así como los devastadores incendios forestales en la Sierra Bermeja de Málaga, que demuestran la vulnerabilidad creciente de estas áreas. Perles enfatizó que el futuro del Mediterráneo podría estar marcado por un clima semiárido que afectaría a sectores neurálgicos como el turismo y la innovación.

María del Carmen García Peña, gerente de la Fundación Ciedes, también subrayó la importancia de la concienciación sobre la crisis climática, que ha captado la atención tanto de jóvenes como de adultos mayores. Este cambio en la mentalidad social es crucial ya que afecta incluso los criterios de elegibilidad para acceder a fondos europeos.

Por otra parte, el urbanista Miquel Barceló destacó la capacidad del sol en la región mediterránea, no solo como fuente de energía renovable, sino como motor de un nuevo sector económico que puede resaltar las potencialidades del propio territorio. "Necesitamos ser más productivos para ayudar a aumentar el PIB per cápita", subrayó.

En cuanto a la urbanización y la vivienda, Salvador Moreno Peralta hizo hincapié en la autenticidad de la identidad mediterránea y las amenazas que puede enfrentar. Al analizar el impacto del turismo en el mercado de vivienda, señaló cómo la saturación puede llevar a claros efectos negativos, incluyendo la dificultad de la población local para acceder a vivienda asequible. La secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga, Violeta Aragón, alertó sobre la problemática de la clase media que se ve incapaz de encontrar viviendas accesibles debido a factores como la falta de suelo y altos costos de construcción.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, enfatizó que la escasez de Viviendas de Protección Oficial (VPO) es un gran error que debe corregirse para no perjudicar el éxito de la ciudad. Así mismo, resalta que es fundamental mejorar el nivel educativo de la población para facilitar su desarrollo vital.

Finalmente, un grupo de expertos ha propuesto el modelo de 'Ciudades Innomed', diseñado para crear un ecosistema innovador común en la región mediterránea, atractivo para inversiones y talento de alto valor añadido. Este modelo es esencial para afrontar los retos urbanos y la crisis climática que enfrentan nuestras ciudades, impulsando así un futuro más sostenible y próspero en todo el Mediterráneo.